La respuesta a por qué solo vimos a los reyes de España en Holanda

Con premeditación o sin ella, los Reyes españoles fueron los otros protagonistas del 50 cumpleaños del rey Guillermo de Holanda celebrado el pasado sábado. En un día en el que los monarcas holandeses estaban llamados a ser el centro de atención, fue Letizia -bueno más bien su atrevido atuendo- quien terminó protagonizando las crónicas escritas sobre el aniversario real. Las imágenes de los españoles dieron la vuelta al mundo y terminaron eclipsando a un Guillermo y a una Máxima a quienes sus compatriotas solo pudieron ver en dos escasas fotografías facilitadas por la Casa Real. La consigna desde palacio había sido muy clara: el sábado era la celebración privada del Rey con familiares y amigos y, por tanto, no trascendería información al respecto. Ni siquiera de los invitados.

A priori, todo estaba preparado para que así fuera, hasta que don Felipe y doña Letizia se ‘saltaron’ dicha consigna. Ajenos, quizá, a ese hermetismo que la Casa Real holandesa había preparado para la ocasión, posaron ante las puertas del hotel Des Indes, en La Haya, antes de acudir a la cena de gala. Los españoles fueron los únicos en hospedarse en un hotel y, por tanto, los únicos también en hacer un posado ante los medios. El resto de ‘colegas’ reales dormían en el palacio de Noordeinde, donde el despliegue de una seguridad sin precedentes y una ardua estrategia de blindaje hicieron que no se tomara una sola imagen de los huéspedes ni a la entrada ni a la salida.

Pero, ¿cómo lo consiguieron? ¿Cómo fue posible que ningún fotógrafo retratara a los invitados del Rey Guillermo? La respuesta es sencilla y está basada en la amenaza.

Según ha podido saber LOOK por fuentes de toda solvencia, desde palacio se lanzó una advertencia que dejó maniatados a los reporteros holandeses. Se había explicado que el cumpleaños del monarca era un asunto completamente privado y que como tal no estaba permitido hacer fotografías. De no cumplir con lo establecido, se prohibiría en el futuro cubrir todos los actos de la agenda oficial de los reyes, una medida que deja completamente fuera de juego a cualquier profesional que se gane la vida vendiendo instantáneas.

Pero por si esto fuera poco y hubiese algún ‘desertor’ que osase incumplir lo establecido por Casa Real, la seguridad de los reyes holandeses tenía un as bajo la manga para hacer más complicada la toma de fotografías. La mayoría de los invitados acudían en un autobús con las lunas tintadas del que se bajaban una vez dentro del recinto de Noordeinde y el resto lo hacían en vehículos privados en los que era casi imposible reconocer a los ocupantes.

Finalmente, los esfuerzos de la Casa Real holandesa dieron sus frutos y solo hubo un verso suelto en todo el despliegue: Felipe y Letizia. Sobre los anfitriones de la fiesta, Guillermo y Máxima, solo hay dos fotografías en las que se les ve bailando y en compañía de sus tres hijas. Poco más. Ninguna nota de prensa de qué comieron, qué bebieron y, lo más importante, qué otros miembros de la realeza europea acudieron al banquete.

Sin embargo, ha trascendido que felicitaron ‘in situ’ al rey holandés Haakon y Mette Marit de Noruega, la hermana del heredero noruego, Martha Luisa; Federico y Mary de Dinamarca; el príncipe de Liechtenstein y su esposa; el Gran Duque Enrique de Luxemburgo y su esposa María Teresa; el íntimo amigo del rey Juan Carlos, Karim Aga Khan; Pablo y Marie Chantal de Grecia, que informaron de su estancia a través de Instagram; y Victoria de Suecia con su marido Daniel Westling, que tuvieron que adelantar su salida de Holanda para acudir al cumpleaños del rey Carlos Gustavo.

Morning bike ride 🚲 #thehague #iwishlondonhadbikelaneslikethis

Una publicación compartida de Marie-Chantal Of Greece (@mariechantal22) el 30 de Abr de 2017 a la(s) 1:13 PDT