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Argentina

Lección de Milei a Sánchez: viaja en un vuelo comercial para acudir a un evento a 400 kilómetros

Javier Milei viajó a Mar de Plata para acudir a ver a Fátima Florez, su pareja, en el teatro

El presidente argentino pagó de su bolsillo los gatos del viaje y el alojamiento

No todos los presidentes son como Pedro Sánchez. No todos los presidentes usan el avión presidencial para absolutamente todo, cualquier evento de Gobierno, de partido e incluso personal. Y así lo ha dejado claro Javier Milei. El recién elegido presidente de Argentina le ha dado una lección al español viajando en un vuelo comercial para acudir al teatro en Mar de Plata. Y pagado de su bolsillo.

Javier Milei cogió hace unos días un vuelo comercial de Aerolíneas Argentinas desde el aeropuerto Jorge Newbery de Buenos Aires para acudir a Mar de Plata, un destino a más de 400 kilómetros. Obviamente necesitaba volar y para lo que otros hubieran utilizado un Falcon, el argentino decidió ir en un vuelo regular para así ahorrar dinero.

El mandatario viajó con su hermana Karina, secretaria general de la Presidencia, a Mar de Plata para ver la obra de Fátima Florez en el teatro, su pareja. Nada más poner un pie en el avión el resto de pasajeros comenzaron a vitorearle, aplaudirle y gritarle «¡presidente, presidente!». Milei los saludó, les dio las gracias y se sentó en primera fila. Como la ovación seguía se volvió a levantar y, con su típico gesto de puño cerrado y elevado, exclamó: «¡Viva la libertad, carajo!».

El avión despegó con 45 minutos de retraso debido al protocolo especial de seguridad que se tuvo que montar ante la presencia del jefe de Estado. Los pasajeros fueron avisados por el capitán del avión antes de que subiera para justificar la demora en el despegue.

«Subió último, ya sabíamos que venía con nosotros y se sentó adelante de todo junto a su hermana. Después saludó y dijo su típica frase de ‘¡Viva la Libertad, carajo!’. Muy normal, sin ningún privilegio, viajó como uno más de nosotros», contó una de las pasajeras. Otra desveló que comió lo mismo que ellos: «Un sanwichito de miga de jamón y queso y un juguito de naranja».

El vuelo se desarrolló con total normalidad. Nadie se acercó a él durante el vuelo, él no se movió de su sitio y fue el primero en bajar del avión. El Boing 737 tocó tierra con 45 minutos de retraso pero sin incidentes. El presidente y su hermana bajaron del avión y fueron recogidos por una van Mercedes negra que les estaba esperando directamente en la pista.

La obra de Fátima Florez

Javier Milei acudió después al teatro Roxy en Mar de Plata para ver la función de Fátima Florez. Nada más entrar le pasó igual que en el avión: los argentinos le vitorearon y ovacionaron. Él volvió a agradecer el gesto y se sentó en segunda fila junto a su hermana, Karina Milei, y el ministro de Justicia de la Nación, Mariano Cúneo Libarona.

Para su llegada se estableció un gran operativo de seguridad. El complejo teatral fue inspeccionado desde temprano, más de 200 efectivos fueron desplegados en la puerta a lo largo de medio kilómetro y contó con equipos especiales, incluida la brigada de Explosivos de la Policía Federal con sus perros, que recorrieron sala, pasillos y demás dependencias.

El operativo policial es muy inusual. Fue parecido al que se montó en la misma sala para un acto político de Cristina Kirchner cuando todavía era presidenta. La presencia de un jefe de Estado en un teatro comercial es, por demás, singular. En Mar del Plata no registra antecedentes, a pesar de la gran cantidad de espectáculos que hay.

La promesa de Milei

Con su presencia en la obra Milei cumplió una promesa que le hizo a su pareja Fátima Florez: la de ir a verla desde la platea del teatro Roxy en la semana del debut. En principio el viaje lo había anunciado para el pasado miércoles y así se habían tomado previsiones en la sala y alrededores. Pero durante esa misma jornada se suspendió el plan en medio de un megaoperativo policial por protestas contra el Gobierno nacional en la Capital Federal.

El coste del viaje

Según han confirmado fuentes oficiales a A24.com, el presidente se alojó en un conocido hotel de Mar del Plata cuyos gastos «ha pagado él». Así cumple con su política de ahorro a la que también somete al país para salir de la profunda crisis financiera que atraviesa. Milei «sigue siendo un tipo común que paga sus gastos de viaje y alojamiento», señalan desde su entorno.

El vuelo de ida y vuelta de Aerolíneas Argentinas también se lo «pagó de su bolsillo». El portavoz del presidente, Manuel Adorni, anunció la decisión del Gobierno de vender dos aviones de la flota de la empresa energética YPF que «eran usados casi en exclusividad por la política».

Algunos críticos con el presidente publicaron que el coste lo había pagado con fondos públicos pero ya ha sido desmentido tajantemente por el Gobierno con la publicación de las facturas.