España
Idiomas cooficiales en Bruselas

Suecia frena el intento de Sánchez de convertir el catalán y el euskera en lenguas de la UE

Sánchez ya tiene oposición en Europa. Sus aspiraciones idiomáticas ya han encontrado en Suecia el primer escollo que salvar. El sueco es el primer país miembro de la Unión Europea que ha expresado sus «dudas» sobre la implementación del catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales dentro de la UE. Desde el Gobierno sueco han reconocido que, por el momento, no han tomado una decisión en firme sobre su apoyo o rechazo de la iniciativa. Antes, quieren estudiar los efectos prácticos de la implantación de estas lenguas en el parlamento comunitario y el coste económico que supondría esta medida. Suecia alega que hay muchas lenguas minoritarias que no son oficiales dentro de la UE.

El Ejecutivo sueco reconoce que está «indeciso» en cuanto a la petición de modificar el Reglamento número 1, en el que se recogen cuáles son los idiomas oficiales de la UE. Según ha explicado Jessika Roswall, la ministra de Asuntos Europeos, Estocolmo quiere examinar «más a fondo» cuáles son las consecuencias «legales y financieras» de la propuesta». Roswall ha recordado que «hay muchas lenguas minoritarias que no son oficiales dentro de la UE». Suecia es buen ejemplo de ello. El país tiene reconocidas como lenguas minoritarias dentro del Estado : el sami o lapón, el finlandés, el meänkeli y el yiddish.

A mediados de agosto, el Gobierno español solicitó al Consejo que el catalán, el euskera y el gallego se incorporasen al reglamento que regula el régimen lingüístico, que data de 1958 y cuenta con 24 lenguas oficiales. Cualquier cambio requiere de la unanimidad de los Veintisiete, por lo que no puede salir adelante si un sólo Estado miembro se opone.

España, que posee el turno de la presidencia de la UE, ha incluido el asunto en la agenda del próximo Consejo de ministros de Asuntos Generales, que se celebra el próximo martes 19, con la intención de que haya un debate y una eventual votación. Misma fecha en la que el Congreso de los Diputados estrenará su nuevo formato con la incorporación del catalán, el gallego, el euskera, el valenciano, el bable y el aranés a los debates parlamentarios. El PSOE y Sumar han usado su mayoría en la Mesa de la Cámara Baja para dar luz verde al uso de todas las lenguas cooficiales antes de que el propio pleno apruebe la solicitud. Una petición que obliga a reformar el Reglamento del Congreso, como también ocurre en el caso Europeo.

No obstante, la duda de dar cabida al catalán, el euskera y el gallego en Bruselas comienza a correr los pasillos del parlamento comunitario. Por el momento, sólo Suecia ha verbalizado sus dudas pero fuentes europeas consideran prematuro dar por hecho que haya decisión a Veintisiete porque varios socios también tienen dudas sobre el coste de la medida y el modo en que pueda afectar a otras lenguas minoritarias en la UE.