España
INVASIÓN RUSA DE UCRANIA

El policía atrapado en Ucrania escapa con su mujer y una familia: «Prometí al padre cuidar de ellos»

José María Moreno consiguió un coche prestado con el que condujo durante 6 horas para recorrer 110 kilómetros entre controles militares y restos de explosiones

Él y su mujer Sandra, de nacionalidad ucraniana, han conseguido sacar del país con ellos a una mujer con un hijo de corta edad

Un policía español atrapado en Odesa: «Mi mujer es ucraniana y no voy a volver sin ella»

Sigue en directo la última hora de la guerra entre Rusia y Ucrania

  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

La pesadilla de José María Moreno, un agente del Cuerpo Nacional de Policía, y de su mujer Sandra, una ciudadana ucraniana, ha durado un poco más de lo que llevamos de invasión de Ucrania por parte de Rusia. Desde el día 20 de febrero este matrimonio se encontraba en el país visitando a la familia de Sandra. La invasión les pilló en Odesa, a 500 kilómetros de Kiev, por lo que la evacuación a cargo del Ministerio de Exteriores español fue imposible para ellos. El pasado sábado 5 de marzo José María consiguió un coche con el que condujo hasta Moldavia. Están a punto de iniciar un viaje de más de 3.000 kilómetros por carretera para conseguir regresar a España.

“Ahora es cuando me están empezando a aflorar los nervios”. José María habla con OKDIARIO desde Chisináu, la capital de Moldavia, apenas unas horas después de haber conseguido abandonar Ucrania, dejando atrás no sólo la guerra, sino también “familiares y amigos a los que voy a recordar toda mi vida”. José María, en un vídeo grabado en las calles de la capital moldava, relata con gesto extremadamente cansado los últimos episodios de su periplo.

“El domingo por fin conseguí que nos prestaran un coche para que Sandra y yo saliéramos del país, antes de irnos recogimos a una chica y a su nene. Le prometí a su padre que los cuidaríamos”, explica José María visiblemente emocionado, relatando una de las miles de historias en las que las familias ucranianas se ven obligadas a separarse con la tranquilidad que evoca ver a tu mujer y a tu hijo salir de un país bombardeado para tener que quedarte tú defendiéndolo.

Explosiones y controles militares

Pero una cosa es tener un coche a tu disposición y en funcionamiento y otra poder abandonar con facilidad Ucrania. Este policía atrapado en Ucrania y su mujer Sandra estaban con la familia de ella en Odesa, a orillas del Mar Negro, a poco más de 100 kilómetros de la frontera con Moldavia, pero esa distancia en Ucrania ahora mismo puede convertirse en un mundo. “He conducido unas seis horas para recorrer 100 kilómetros hasta la frontera. En el camino nos hemos encontrado muchísimas carreteras cortadas y las que estaban abiertas estaban en mal estado. Nos hemos encontrado vehículos bombardeados obstruyendo los caminos y muchísimos controles militares, pero por fin hemos salido”.

Ahora José María se siente más seguro, pero es muy consciente de que el viaje no ha hecho más que comenzar. “Vinimos dos a Ucrania y regresamos cuatro”. Ahora lo que tienen por delante son más de 3.000 kilómetros por carretera hasta llegar a Valencia, donde José María trabaja como Policía Nacional desde hace muchos años y donde desde hace dos vive con su esposa Sandra desde que se casaron. Ése es el motivo por el que esta pareja usa el grueso de sus vacaciones para pasar una larga temporada al año en Ucrania con la familia de ella. En esta ocasión el viaje se demoró y en lugar de llegar a Odesa en Navidades lo hicieron a finales de febrero, concretamente el día 20. Es cierto que en esas fechas los gobiernos europeos desaconsejaban viajar al país ahora invadido por Rusia, pero José María y su mujer realizaron el viaje de igual manera.

El problema llegó por dos vías. En primer lugar, porque cuando el 25 de febrero José María contactó con las autoridades diplomáticas españolas en Ucrania ni él ni su mujer aparecían entre los cerca de 500 nombres de españoles residentes en el país, básicamente porque no lo son, lo que ralentizaba los automatismos aprobados por Exteriores para la evacuación de nacionales en territorio ucraniano. Aun así, había otro obstáculo mayor. El Grupo Especial de Operaciones de la Policía Nacional viajó a Kiev para escoltar los convoyes con ciudadanos españoles hasta la frontera, pero su labor no podía ni extenderse en el tiempo ni acometer la distancia geográfica que hay entre la capital y Odesa, más de 500 kilómetros.

Con este panorama, un puñado de españoles lejos de Kiev, entre los que está José María, se quedaron atrapados en Ucrania. Este policía nacional tiró de vacación para emplear el tiempo que iba a estar atrapado en Odesa en ayudar a todas las personas que pudiera y gracias a esa ayuda otros españoles u otros ciudadanos ucranianos han podido sobrellevar los primeros días de la invasión rusa de su país y algunos incluso han podido abandonar también el país.

Antes de despedirnos de José María, desde OKDIARIO le hacemos ver que comportamientos como el suyo son encomiables. El policía que ha escapado de Ucrania nos responde con naturalidad: “Más españoles han podido salir por sus propios medios también. Yo estoy orgulloso de todos ellos”.