La película del podemita Open Arms naufraga en taquilla: con una subvención de un millón recauda 153.000 €

• Pelayo Barro @pelayobarro
• Periodista de la sección Nacional. Especializado en información de Interior y Defensa.
• • 13/10/2021 21:06
  • Actualizado: 13/10/2021 22:39

Mediterráneo, la película coproducida por TVE y TV3, cuenta la historia de Oscar Camps, el fundador de la ONG Open Arms que ha sido acusada de favorecer el tráfico ilegal de personas en el mismo mar que pone nombre al film. La producción narra el primer viaje de Camps a las aguas de Grecia, que le inspiró para fundar esa organización. La película recibió la subvención más alta de cuantas otorga el Ministerio de Cultura, de un millón de euros, pero pese a toda la campaña de promoción tan sólo ha recaudado 153.204 euros.

La producción, que protagonizan los actores Dani Rovira y Eduard Fernández (encarnando a Camps), tuvo un presupuesto de cerca de 5 millones de euros. De ellos, un millón de euros fueron otorgados -a fondo perdido- por el Gobierno de Pedro Sánchez en la convocatoria de subvenciones al cine español del año 2019.

En concreto, Arcadia Motion Pictures, la productora principal, recibió 700.000 euros, mientras los otros 300.000 euros se los repartieron otras empresas que participaron en la producción.

Las subvenciones de un millón de euros representan las de mayor cuantía de cuantas otorga el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), la agencia del Ministerio de Cultura que gestiona esas ayudas. No hay ayudas superiores. Ese año se otorgaron al cine español 35 millones de euros en total.

Según consta en la documentación de esa subvención, para darle el millón de euros a Mediterráneo se tuvo en cuenta el «carácter cultural del proyecto» (valorado con 3 puntos de un total de 3), la solvencia de la empresa productora que solicita la ayuda (15 puntos de 16), el «impacto socioeconómico» de esa inversión pública para España (32 puntos de 37), la trayectoria del director del proyecto (0 puntos de 3) y la «viabilidad económica y financiera del proyecto. En este último aspecto, que se valora hasta 41 puntos, la película obtuvo 40. Es decir, Cultura valoró muy positivamente la viabilidad económica de la película.

Ha recaudado 153.000 euros

Pese a que el Gobierno confió plenamente en esa viabilidad económica, otorgándole prácticamente la máxima nota y abriéndole la puerta a esa jugosa subvención, la realidad es que la película se ha dado de bruces contra la taquilla.

Según figura en los registros del ICAA y del Ministerio de Cultura, la película ha obtenido hasta ahora 153.204 euros desde el 1 de octubre, fecha de su estreno. En total la han visto 21.962 personas. Cabe recordar que las películas se la juegan en ese primer fin de semana, que habitualmente es el que marca si se trata de un producto exitoso o deficitario económicamente. En el caso de Mediterráneo, en esos primeros días cruciales sólo ha recuperado un 15% de la subvención pública recibida. Y hay que tener en cuenta que de esos poco más de 150.000 euros, la mitad aproximadamente se lo quedan las salas de exhibición.

Fuentes del sector aseguran además que la industria ha tratado a Mediterráneo bajo la categoría de gran estreno, ya que fue exhibida en 275 salas. Un número de copias distribuidas, dicen, que es similar al que alcanzan las películas de Pedro Almodovar. Un dato que muestra el enorme esfuerzo de colocar la película en los cines españoles, que ha ido acompañada de una gran promoción mediática.

Camps pierde el juicio

El estreno de la película, batacazo incluido, ha coincidido con la derrota en los tribunales de Oscar Camps en su demanda contra OKDIARIO. Acusaba a este diario de «intromisión ilegítima al derecho al honor» por un artículo firmado por Cristina Seguí titulado Frivolidad humanitaria para dummies.

La juez del Juzgado de Primera Instancia de Mataró, Laura Ledesma, ha desestimado la demanda de Camps y ha absuelto a OKDIARIO y a su ex colaboradora. Las únicas costas que verá de momento el Open Arms son las que tendrá que pagar de su bolsillo como condena.