La mitad del CGPJ veta la entrada de Bandrés en el Constitucional para evitar que Pumpido sea presidente

La renovación del Tribunal Constitucional está lejos de despejarse. El sector conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) se resiste a dar su apoyo al magistrado José Manuel Bandrés, a quien los vocales elegidos por el PSOE han designado este jueves como candidato para el tribunal de garantías constitucionales. Según las fuentes judiciales consultadas por OKDIARIO, el bloque que desde el órgano de gobierno de los jueces resiste al asalto del Gobierno al Constitucional no ve con buenos ojos la estrecha amistad que Bandrés tiene con el que está llamado a ser el futuro presidente de la institución, Cándido Conde-Pumpido. Una elección que los conservadores quieren evitar a toda costa: la mitad del CGPJ le veta como candidato.

Desde junio está pendiente por renovar un tercio del tribunal: cuatro magistrados. Dos de ellos tienen que ser nombrados a propuesta del Gobierno y los otros dos, por el CGPJ. Así, deberán salir del Constitucional el actual presidente, Pedro José González-Trevijano, el vicepresidente Juan Antonio Xiol, y los magistrados Santiago Martínez-Vares y Antonio Narváez. En sustitución de estos, tienen que entrar tres a propuesta del PSOE (los dos del Ejecutivo y el candidato de los vocales progresistas del Consejo) y uno conservador (propuesto por los vocales del CGPJ que fueron designados por el PP).

Hasta el momento, ocho miembros conservadores del Consejo se han mantenido firmes y no han propuesto a su candidato. Así han impedido que Sánchez, que tiene secuestrado el órgano de gobierno de los jueces al que le impide hacer nombramientos, pudiese tomar la corte de garantías.

Sin embargo, esta situación ha cambiado después de que Pedro Sánchez activase un ‘plan B’ para asaltar el Constitucional, tras el reciente fracaso de la negociación con el PP para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y al bloqueo de los vocales conservadores. Para ello, el Gobierno nombrará a los dos magistrados que le corresponden sin esperar a que el órgano de gobierno de los jueces designe a sus candidatos. Según explican fuentes judiciales a OKDIARIO, la maniobra del Ejecutivo contará con el beneplácito del sector progresista del Constitucional, que ha cambiado de criterio y ahora opta por «dar el plácet» a los miembros propuestos por el Gobierno, aunque lleguen sin los dos candidatos que corresponden al CGPJ. Sin embargo, la Carta Magna subraya que la renovación del Constitucional debe realizarse por tercios. No hay encaje, pues, para la maniobra de Moncloa: es necesario que el CGPJ designe a sus dos candidatos y que sean, en total, cuatro los magistrados entrantes.

Veto a Bandrés

Ante una renovación inminente del Constitucional por parte del Ejecutivo, que no esperara al Consejo, los ocho vocales conservadores y el magistrado Wenceslao Olea, que se ha unido en el último momento, han decidido este miércoles activar la negociación y proponer a su candidato para evitar, según explican fuentes internas, “un mal mayor”.

El CGPJ ha abierto ahora una negociación entre el bloque progresista y el conservador para que cada uno de ellos designe a su candidato que deberá ocupar una vacante en el Constitucional junto a los dos nombrados por el Gobierno.  Los vocales progresistas ya han propuesto a José Manuel Bandrés. Pero, los conservadores no van a respaldar a este candidato porque, explican, “este magistrado tiene una íntima amistad con Cándido Conde-Pumpido y, si resulta elegido, le votará como presidente del Constitucional”.

Tanto el Gobierno como el sector progresista del Constitucional apoyan a Cándido Conde-Pumpido como próximo presidente del tribunal de garantías. Los conservadores, por su parte, prefieren que dicho puesto lo ocupe la progresista María Luisa Balaguer. Lo que cierto es que, si al menos tres conservadores no apoyan la propuesta de los progresistas de nombrar a Bandrés parar el Constitucional, éste no podrá ser elegido, ya que necesita obtener al menos tres quintos del quorum. Y, si su lugar termina ocupándolo Pablo Lucas –que será el magistrado progresista apoyado por los conservadores– dificultará la llegada de Pumpido a la presidencia del Constitucional tal y como quiere el Ejecutivo.