España
Manolo Monereo, ex diputado nacional por Córdoba

Un ex diputado de Podemos revela la dictadura de Iglesias: «Nos dejaban hablar 3 minutos y a otra cosa”

«Los órganos de dirección de Podemos no sirven para nada». Con esa contundencia Manolo Monereo, ex diputado nacional por Córdoba, se refiere a la falta de democracia interna en el partido de Pablo Iglesias en una entrevista en ElCírculoTV. Denuncia que durante el tiempo que ha estado en el Consejo Ciudadano Estatal, de 2017 a ahora, el líder morado sólo usaba ese foro para refrendar «lo que decide un grupo pequeño de dirigentes en lugares no orgánicos».

«Nunca ha habido interés en crear un equipo dirigente cohesionado. Los órganos de dirección no sirven para nada en Podemos, no funcionan», explica este histórico de Izquierda Unida y del PCE, que se integró en Podemos. En la entrevista explica que dimitió del Consejo Ciudadano Estatal de la formación porque no quería «cargos sólo para figurar». «Soy un dirigente que viene de la izquierda, soy comunista y sé lo que es una organización y si yo soy dirigente de esa organización, ejerzo y si no, no sirve», afirma.

Miembro de la candidatura que Iglesias presentó contra Errejón en el congreso Vistalegre 2, Monereo señala que «el problema es que son órganos para refrendar la política que se hace en otros lugares. No son órganos de debate político, ni de dirección política. Tampoco la ejecutiva de los lunes. Son pequeños parlamentos donde el ejecutivo lleva las ‘leyes’ para ser aprobadas o no, pero no se decide, no es verdad».

Monereo carga contra la camarilla de pablistas que rodean al líder: «Quien decide es un grupo pequeño de dirigentes, que, en lugares que muchas veces no son orgánicos, debaten lo que hay que hacer y luego lo van llevando a los órganos. Ahora bien, un debate colectivo, una dirección colectiva, con responsabilidades claras y tareas específicas, donde se discuta la política eso no lo ha habido en el tiempo que yo he estado».

Lamenta que en estas reuniones sólo dejan hablar «tres minutos» y rápidamente se cambia de tema porque hay prisa, comían allí mismo con prisas y «hasta la próxima vez si Dios quiere». Además, denuncia que nada quedaba por escrito. Las actas de esas reuniones únicamente se publicaron desde 2014 a 2017.

«Riesgo de desaparecer»

En este punto, Monereo hace abiertamente su diagnóstico de la debilidad de Podemos. «Claro, lo que ocurre es que cada vez somos menos, cada vez menos organización, la pluralidad de la organización se va eliminando, la gente se aburre y se va. Por otro lado, te encuentras con que se cambia de línea política y acaba planteándose que la idea de fondo es gobernar con el PSOE. Si encima después de eso hay malos resultados electorales, la verdad es que te preguntas, ¿estaremos haciendo bien las cosas o nos estamos equivocando?».

Este abogado y político de 70 años nacido en Jaén apunta directamente a que «el problema de fondo es la responsabilidad de un equipo dirigente con respecto a lo que se han hecho». «Éramos la tercera fuerza política del país con más de 70 diputados, pero nunca hemos tenido una organización a la altura de nuestros votos», enfatiza Manolo Monereo.

Considera que Podemos no tiene unas bases sólidas. «En estas alturas del debate no se puede continuar con Unidas Podemos como pura y simplemente una coalición electoral parlamentaria. Por abajo no hay nada unificado, no hay nada concretado. No puede ser una alianza de partidos y sí una coalición abierta a la sociedad unida al conflicto social», defiende este veterano de la política española.

Partido de cargos

«Nosotros a diferencia de otros partidos, no tenemos una retaguardia donde refugiarnos, no tenemos más retaguardia que el pueblo, que la gente y si no somos parte de ello y nos convertimos en una fuerza política que hace política sólo los que viven de la política, tendremos enormes dificultades y de eso es responsable esta dirección que ha salido nueva», censura Manolo Monereo en referencia a la nueva dirección fruto de la III Asamblea Ciudadana Estatal que ha vencido el equipo de Pablo Iglesias, Irene Montero y Alberto Rodríguez, entre otros.

Manuel Monereo en un acto de Podemos con Yolanda Díaz, actual ministra de Trabajo.

«Estamos cometiendo peores errores que Izquierda Unida, que todavía tiene organización, estructura, militantes… IU todavía sigue existiendo aunque más debilitada que la época de Julio Anguita o de Gaspar Llamazares. Ahora bien, el problema es que nosotros hemos ido entrando en un camino muy peligroso donde nos hemos ido convirtiendo en un partido de maquinaria electoral y si eso sigue así tendremos muchas dificultades si vienen mal dadas».

Manolo Monereo arremete contra los cargos de Podemos que se agarran a sus salarios públicos. «Podemos corre el riesgo de ser uno de los peores tipos de organización política, es decir, un partido de cuadros incrustados en el aparato del Estado, con cargos públicos que su única pulsión real son las elecciones, es decir, un partido cuya única tarea es eso, que vive de los presupuestos públicos y que vive de los cargos públicos. Un sólo mal resultado electoral puede significar la práctica desaparición».

«Conexión perdida»

«Ya no somos lo que éramos. Hemos perdido la conexión política y sentimental con una parte muy importante de nuestro electorado. El activismo pro Podemos ha disminuido mucho y la militancia real sea muy baja. Debería haber sido una preocupación como llevo sosteniendo desde hace años. Por ejemplo, en Galicia fuimos la segunda fuerza política después de la derecha. Ahora nos superarían el PSOE y el BNG», recuerda.

Finaliza apuntando que «tú puedes, como el BNG, tener malos resultados, pero si tienes organización y proyecto esos resultados pueden ser reversibles». «Es el gran problema que tenemos. Sin una estructura organizativa, sin círculos de base en los barrios, en los lugares de trabajo, etc. evidente nos convertimos en un aparato electoral que un solo mal resultado electoral hará muy difícil recuperarse. Y si encima estamos gobernando y la mayoría de nuestros dirigentes están en el Gobierno preocupa que no tengamos ni medios humanos, ni materiales, ni económicos para impulsar la organización».