Las renovables cobraron primas por 4.400 millones en 2023 pese a que la luz tuvo un precio medio de 100€
Los consumidores pagamos 4.435 millones de euros para remunerar las plantas de energías renovables, las antiguas primas, en el recibo de la luz de 2023, a pesar de que el precio medio de la electricidad el año pasado fue de 100 euros el MWh (megavatio/hora). Es decir, con una electricidad a un precio tan alto, subvencionar las renovables nos cuesta un sobreprecio de más de 4.000 millones en la factura, según la liquidación del sistema eléctrico publicada la semana pasada.
Más escandaloso aún fue lo de 2022, cuando también recibieron 4.000 millones (4.046 para ser exactos) con un precio medio de la luz del doble, es decir, de 200 euros por MWh, según datos de Red Eléctrica. Esto significa que, ni siquiera con el precio de la luz disparado, las renovables en España alcanzan la rentabilidad prometida por el Gobierno.
El sistema actual de retribución de las renovables, llamado Recore (Renovables, Cogeneración y Residuos), garantiza una rentabilidad del 7,1% que se supone que deben alcanzar con la venta de electricidad en el mercado, más una subvención que se paga en los costes fijos del recibo de la luz. Por tanto, si venden la electricidad muy cara, esa subvención debería ser muy baja. Pero ha sucedido todo lo contrario.
Además, este sistema es el que hace que el precio del MWh se haya hundido en las últimas semanas hasta llegar a ser incluso negativo, ya que ha habido mucha generación renovable e hidráulica que, al tener la rentabilidad garantizada, puede pujar a esos niveles sin perder dinero. Precisamente, estos precios tan bajos en teoría deben hacer que estas subvenciones se disparen todavía más este año; de hecho, ya en enero los gastos del sistema (el principal es el Recore) han subido con fuerza hasta provocar un déficit de 302 millones en un mes.
Sebastián, el culpable
Este problema tuvo su origen en el Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, concretamente de su entonces ministro de Industria, Miguel Sebastián, que ofreció unas primas disparatadas para fomentar el despliegue de la energía renovable en España. Eso provocó que se construyeran muchas instalaciones muy caras al calor de esas enormes ganancias garantizadas, y de aquellos polvos vienen estos lodos.
Sebastián estableció un sistema por el que pagaba a las renovables una cantidad que iba de 150 a 400 euros por cada MWh que vendieran en el mercado. Una cantidad ingente que habría implicado una fortísima subida del recibo de la luz, que el Gobierno socialista rechazó, y que tampoco podían asumir los Presupuestos Generales del Estado con el descomunal déficit público en que incurrió Zapatero. Eso generó un déficit de tarifa que seguimos pagando a día de hoy.
Para evitar que ese déficit siguiera creciendo hasta el infinito, en 2014 Alberto Nadal, ya con el Gobierno de Rajoy, cambió el sistema: en vez de una cantidad por MWh, se optó por dar una rentabilidad «razonable» garantizada sobre el coste de cada instalación, que se fijó inicialmente en el 7,5% y ahora está en el 7,1%. Esto suponía una rebaja muy importante de las subvenciones, lo que provocó numerosos arbitrajes internacionales contra España.
Pero, aun así, como los parques que se crearon al calor de las primas de Sebastián fueron gigantescos y caros (la tecnología todavía no estaba madura), la rentabilidad actual sobre aquellos costes sigue suponiendo unos pagos muy importantes para el sistema eléctrico: los más de 4.000 millones citados en 2022 y 2023. Y, aún así, se trata de una rebaja respecto a ejercicios anteriores, cuando las subvenciones alcanzaron 6.000 millones.
«Estamos pagando ahora la energía que consumimos entre 2005 y 2014 y que no pagamos en su día. Y la rentabilidad garantizada actual también tendrá impacto dentro de 20 años», sostiene un experto en el mercado eléctrico.
Superávit del sistema
Como informó OKDIARIO la semana pasada, el sistema eléctrico registró un superávit de 9.400 millones entre 2023 y 2024; es decir, los consumidores pagamos esa cantidad de más en el recibo de la luz, sobre todo en el concepto de costes fijos.
Son unos costes que incluyen los más de 8.400 millones de subvenciones pagados a las renovables en los dos ejercicios. Es decir, si estas subvenciones fueran más razonables o no existieran -si hubiera un mercado verdaderamente libre-, dicho superávit sería todavía mayor. En todo caso, el Gobierno no sabe qué hacer con él, pero sí tiene claro que no lo va a utilizar para bajar el recibo a los españoles.
Lo último en Economía
-
Así es el paquete fiscal aprobado por el Gobierno en el Congreso
-
Confirmado por Trabajo: ya hay fecha para la subida del salario mínimo y es inminente
-
Apollo rechaza la OPA sobre Applus y Amber tendrá el 77,7% de la compañía, que será excluida bolsa
-
El 69% de los trabajadores no entiende su nómina más allá del sueldo neto
-
Trabajo no consigue el apoyo de CEOE y reducirá la jornada laboral a 37,5 horas semanales con UGT y CCOO
Últimas noticias
-
La versión íntegra del comisionista Víctor De Aldama ante el juez por la ‘Trama Koldo’
-
Cake en Ferraz: «La trama de Aldama robó a manos llenas mientras Sánchez nos confinaba»
-
Aldama al salir de la cárcel: «Sánchez tiene alzheimer, que no se preocupe que tendrá pruebas de todo»
-
Sinner dobla esfuerzos y mete a Italia en semifinales de la Copa Davis
-
Inda a los guardias civiles: «No olvidaremos vuestra lucha contra ETA ni vuestros sacrificios»