Economía

El precio del gasóleo sube a nuevos máximos y se encarece casi el 2,5% en 2018

El precio medio del litro de gasóleo ha encadenado su quinta semana consecutiva de subidas para situarse en los 1,165 euros, un nuevo máximo en los últimos dos años y medio, con lo que acumula un encarecimiento del 2,46% en lo que va de 2018, según datos recogidos por Europa Press a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el precio del gasóleo ha repuntado esta semana un 0,17%, para escalar hasta su nivel más alto desde la primera semana de julio de 2015. Por su parte, el precio medio del litro de gasolina también ha subido esta semana ligeramente (+0,06%), para tocar los 1,254 euros, su nivel más alto desde el pasado mes de abril. En lo que va de 2017, su precio se ha encarecido un 1,58%.

Este incremento en los precios de los combustibles coincide con la espiral alcista en que se encuentra el precio del crudo, impulsado en este inicio de 2018 por las tensiones políticas en Irán, que lo ha llevado a instalarse por encima de los 70 dólares por barril.

Así, el barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba este jueves a 70,82 dólares, mientras que el Texas americano se intercambia a 66,06 dólares. Con los actuales precios, llenar un depósito de 55 litros de gasóleo supone para el consumidor más de 64 euros, lo que representa unos 11 céntimos de euro más que hace una semana.

Para el caso de la gasolina, el llenado de un depósito de 55 litros tiene un coste de más de 69 euros, lo que supone unos 10 céntimos más que en la pasada semana.

La gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,383 euros y 1,419 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,284 euros en la media de la UE y 1,282 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.