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El FMI alerta de una nueva crisis económica y financiera por el aumento de la deuda privada

El fuerte incremento de la deuda observado durante la pandemia supondrá un lastre al crecimiento de la economía durante los próximos años, según alerta el Fondo Monetario Internacional (FMI) en su informe ‘Deuda privada y recuperación global’. En concreto, la institución dirigida por Kristalina Georgieva afirma que a la recesión surgida de la pandemia se han sumado la crisis de la cadena de suministro, el alza de los precios de la energía y las materias primas y el conflicto en Ucrania, entre otros hechos, lo que podría derivar en una posible crisis económica y financiera.

El FMI estima un impacto adverso de casi un punto porcentual en la expansión de las economías avanzadas durante los próximos tres años como consecuencia del proceso de desendeudamiento que deberán acometer familias y empresas en un contexto de normalización de las políticas monetarias y retirada de estímulos fiscales.

La institución calcula que la deuda privada mundial aumentó un 13% del producto interno bruto (PIB) mundial en 2020, lo que supone un ritmo de incremento más rápido que el aumento observado durante la crisis financiera mundial y casi tan rápido como el de la deuda pública.

Recuperación por países

En su análisis, el FMI advierte de que como consecuencia del proceso de reducción de la deuda acumulada por hogares y empresas se registrará una recuperación más lenta, con un impacto de 0,9 puntos porcentuales en el crecimiento de los próximos tres años para las economías avanzadas y de 1,3 puntos porcentuales para las economías de mercados emergentes, excluyendo a China.

Asimismo, considera probable que la recuperación sea más lenta en países donde el apalancamiento se concentra entre empresas vulnerables y hogares de bajos ingresos, los procedimientos de insolvencia son ineficientes, el desapalancamiento público y privado coinciden, y allí donde la política monetaria debe endurecerse rápidamente, según informa Europa Press.

De este modo, en algunas economías donde la recuperación está muy avanzada y los balances privados están en buena forma, el apoyo fiscal puede reducirse más rápido, lo que facilita el trabajo de los bancos centrales. En este sentido, el FMI advierte de que, en otros lugares, un apoyo fiscal específico, dentro de los límites de un marco fiscal creíble a medio plazo, podría considerarse para minimizar el riesgo de interrupciones y cicatrices.

«El reciente aumento del endeudamiento de los hogares y las empresas plantea riesgos para el ritmo de la recuperación. Sin embargo, este riesgo no se distribuye por igual», advierte el FMI, señalando la importancia de observar cuidadosamente los balances de los hogares de bajos ingresos y las empresas vulnerables para calibrar la reversión de las medidas de apoyo.

Apoyo gubernamental 

En este sentido, la institución apunta que el apoyo gubernamental a las empresas podría limitarse a circunstancias en las que exista un
fallo de mercado, señalando que, por ejemplo, los gobiernos podrían proporcionar incentivos para la reestructuración y, cuando sea necesario, podrían considerarse apoyos a la solvencia ante el riesgo de que una ola de quiebras en sectores muy golpeados por la pandemia pueda extenderse al resto de la economía.

Entre los posibles marcos para tal apoyo, el FMI plantea que en los países con espacio fiscal, transparencia y rendición de cuentas adecuados, podría considerarse el alivio de la deuda en forma de «inyecciones de cuasi capital» en pequeñas y medianas empresas, por ejemplo, a través de préstamos de participación en las ganancias.

«Para aliviar la carga sobre las finanzas públicas, podrían contemplarse impuestos temporales más elevados sobre los beneficios excesivos. Esto ayudaría a recuperar algunas de las transferencias a empresas que no las necesitaban», añade.