El aviso de un abogado laboralista sobre llegar muy pronto al trabajo: te pueden despedir y no es broma
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Llegar tarde al trabajo sigue siendo, para la mayoría, un mal gesto difícil de justificar. El motivo es que se suele asociar a dejadez o falta de implicación, aunque muchas veces haya retrasos que no dependen del propio trabajador. Lo curioso es que lo contrario, llegar antes de la hora, casi nunca se cuestiona y suele verse como algo positivo. Pero lo cierto es que no es así, o al menos es lo que ha advertido un abogado laboralista: cuidado con ser muy puntual porque te podrían despedir.
Y lo ha explicado a través de un caso reciente ocurrido en Alicante. En uno de sus vídeos, el abogado laboralista Juanma Lorente ha explicado el caso de una trabajadora que fue despedida por llegar sistemáticamente antes de su hora pese a las advertencias de la empresa. La conclusión es clara, aunque choque: llegar demasiado pronto, cuando se hace contra órdenes expresas, también puede tener consecuencias graves. Según relata el abogado, la situación se produjo en una empresa, donde una trabajadora acudía a su puesto entre 30 y 45 minutos antes de la hora fijada de entrada. No se trataba de algo puntual, sino de una práctica diaria. El problema es que la empresa le había advertido en varias ocasiones de que no debía hacerlo. Pese a esos avisos, la empleada continuó llegando antes de lo establecido. Esa reiteración fue clave para que la empresa acabara tomando una decisión drástica: el despido.
El aviso de un abogado laboralista sobre llegar muy pronto al trabajo
Desde fuera, el caso puede parecer exagerado o incluso injusto. Pero desde el punto de vista legal, el debate no gira en torno a la puntualidad, sino a algo mucho más relevante en una relación laboral: la desobediencia.
El Estatuto de los Trabajadores permite el despido disciplinario cuando existe indisciplina o desobediencia en el trabajo, especialmente si es reiterada y afecta al funcionamiento de la empresa. Y eso es precisamente lo que valoró el juzgado.
El juez consideró que la conducta de la trabajadora suponía un incumplimiento del horario establecido y, sobre todo, una ruptura de la confianza y de la lealtad que deben existir entre empresa y empleado.
La clave legal: no cumplir una orden expresa
Juanma Lorente lo resume de forma muy clara en su explicación. Según afirma en su vídeo, el elemento determinante no es llegar pronto, sino no acatar una orden empresarial que es legal.
El abogado señala que, cuando un trabajador ignora de forma reiterada una instrucción directa, esa conducta pasa de ser una falta leve a convertirse en una falta grave o muy grave. Y en ese punto, el despido disciplinario entra dentro de lo posible.
Despido procedente y sin indemnización
El juzgado terminó avalando la decisión de la empresa y declaró el despido como procedente. Esto tiene una consecuencia muy clara para el trabajador: no hay derecho a indemnización.
Es decir, la justicia entendió que la empresa actuó conforme a la ley y que la reiterada desobediencia justificaba la extinción del contrato.
No se trata de un matiz menor, ya que un despido procedente implica que la empresa no debe abonar compensación económica alguna por la finalización de la relación laboral.
Responsabilidad, seguridad y control horario
Más allá del caso concreto, el abogado explica que permitir accesos fuera del horario puede generar problemas reales para las empresas. No es sólo una cuestión organizativa.
La empresa es responsable de la seguridad de sus trabajadores dentro del tiempo y lugar de trabajo. Permitir que alguien acceda antes de la hora puede afectar a protocolos internos, a la prevención de riesgos laborales o incluso a la cobertura de seguros.
Además, desde 2019 el registro de jornada es obligatorio en España. El acceso reiterado fuera del horario autorizado puede distorsionar esos registros y generar conflictos con la Inspección de Trabajo.
Un caso excepcional, pero con base legal
El propio Juanma Lorente insiste en que se trata de un supuesto poco habitual. De hecho, reconoce que es la primera vez que se encuentra con algo así en su trayectoria profesional.
Aun así, subraya que, desde el punto de vista jurídico, la decisión tiene sentido. Si una empresa da una orden clara, legal y reiterada, y el trabajador la incumple de forma consciente, existen consecuencias.
El mensaje de fondo no es que llegar antes sea sancionable en sí mismo, sino que ignorar las instrucciones directas de la empresa, aunque la intención sea buena, puede acabar saliendo caro.
Qué hacer si ocurre una situación similar
El abogado recuerda que, ante cualquier despido, el trabajador siempre tiene derecho a impugnar la decisión si no está conforme. Cada caso debe analizarse de forma individual.
Sin embargo, en este supuesto concreto, la desobediencia reiterada fue determinante para que la justicia diera la razón a la empresa. Una advertencia clara para quienes creen que llegar antes nunca puede jugar en su contra.