Aprende a ahorrar en aceite de oliva gracias a la explicación de un experto
Qué aceite elegir para freír y cuándo lo podemos reutilizar según un experto
Malas noticias sobre el aceite de oliva: esto es lo que nos espera
El aceite de oliva es uno de los productos más apreciados y consumidos en la dieta mediterránea, pero también uno de los más caros. ¿Cómo podemos aprovechar al máximo este oro líquido sin desperdiciarlo ni perjudicar nuestra salud?. Para encontrar una respuesta, nada como seguir los consejos de un experto en la materia así que toma nota porque te explicamos a continuación, las claves para ahorrar en aceite de oliva gracias a la explicación de un experto.
Cómo ahorrar en aceite de oliva según un experto
Miguel Ángel Lurueña, doctor en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y autor del blog Gominolas de Petróleo, que acaba de publicar el libro Del ultramarinos al hipermercado ha desvelado algunos consejos prácticos sobre alimentos, entre los que se encuentra el aceite de oliva.
Lurueña que también es conocido en redes como @gominolasdepetroleo ha concedido una entrevista a La Voz de Galicia en la que entre otras cosas explica la importancia que tiene elegir un buen aceite cuando se trata de hacer frituras y también las veces que es posible reutilizar el aceite de oliva.
El mejor aceite para freír
Sobre el mejor aceite para freír, lo cierto es que para Lurueña resulta sorprendente la elección que hacen muchos consumidores y más si nos fijamos en los elevados precios que sigue teniendo el aceite de oliva. El especialista dice sorprenderse con el hecho haya quien opte por emplear aceite de oliva virgen extra o virgen para freír, lo cual se considera un desperdicio.
El experto destaca que debido a las altas temperaturas durante la fritura, estos aceites de oliva tienden a deteriorarse, perdiendo sus características distintivas, como los antioxidantes y el sabor. Por ello sugiere que es mucho mejor utilizar alternativas como el aceite de orujo de oliva, el aceite de oliva convencional o el de girasol alto oleico, ya que estos presentan una mayor resistencia a las altas temperaturas al contener menos ácidos grasos poliinsaturados, que son propensos a deteriorarse con el calor.