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Adiós al Impuesto de sucesiones si vives en esta parte de España: se acabó pagar

El Impuesto de Sucesiones ha sido durante años una carga que ha generado debate y malestar entre los herederos en muchas comunidades autónomas. A pesar de que sea un impuesto que en realidad, tiene un impacto desigual según la región en la que se resida, en los últimos meses ha habido cambios significativos que han reducido drásticamente el pago de este impuesto en varias partes de España y de hecho, algunas comunidades lo han llegado a prácticamente anular.

En particular, hay regiones donde las bonificaciones y exenciones han llegado hasta el punto de hacer que, en la práctica, el tributo desaparezca para ciertos familiares. Estos cambios representan un alivio para muchas personas que, hasta ahora, se veían obligadas a desembolsar cantidades importantes simplemente por recibir la herencia de sus seres queridos. Con la entrada en vigor de las nuevas regulaciones en algunas comunidades, los herederos con ciertos grados de parentesco podrán recibir sus bienes sin preocuparse por el coste adicional de este impuesto. Por ello, es importante repasar al detalle dónde se ha eliminado o reducido drásticamente el impuesto de sucesiones y cuáles son los requisitos que deben cumplir los beneficiarios para acogerse a estas ventajas fiscales.

Adiós al Impuesto de sucesiones si vives en esta parte de España

Uno de los movimientos más significativos se ha dado en Extremadura, donde la eliminación del Impuesto de Sucesiones ha sido una noticia esperada por muchas familias. Hasta ahora, la bonificación del 100% estaba limitada a los grupos I y II de parentesco, lo que incluía a descendientes directos y cónyuges en herencias de hasta 500.000 euros.

A partir de ahora, este beneficio se extiende también a sobrinos, hijastros y otros familiares con vínculos especiales, incluso si no existe una consanguinidad directa. Esta medida representa un giro importante en la fiscalidad de la comunidad y supone una ventaja para aquellos que, hasta el momento, debían afrontar una carga impositiva considerable.

Madrid, otro caso en el que sea amplían las exenciones

Otro territorio que ha introducido cambios es la Comunidad de Madrid. Tradicionalmente, esta región ya contaba con bonificaciones del 99% para descendientes, ascendientes y cónyuges. Ahora, la comunidad ha dado un paso más y ha decidido ampliar las ventajas fiscales también a los hermanos, tíos y sobrinos, aplicándoles una bonificación del 50%.

Este movimiento hace que Madrid se convierta en la primera comunidad autónoma en ofrecer una reducción fiscal de esta magnitud en este grado de parentesco, lo que podría sentar un precedente para futuras reformas en otras regiones de España, que también podrían aplicar la mencionada reducción a lo largo de los próximos años.

Las comunidades donde el Impuesto de Sucesiones ya no es un problema

Aunque Extremadura y Madrid han sido protagonistas de los cambios más recientes, hay otras comunidades donde el Impuesto de Sucesiones es prácticamente simbólico o incluso inexistente para ciertos herederos. Algunas de ellas son:

Una tendencia hacia la eliminación del tributo

El Impuesto de Sucesiones ha sido una de las figuras fiscales más controvertidas en España, con enormes diferencias según la comunidad autónoma en la que se resida. La tendencia de los últimos años apunta claramente a su reducción progresiva, con medidas que benefician a los herederos directos y, en algunos casos, también a familiares más lejanos.

Extremadura y Madrid han sido las últimas en sumarse a esta dinámica, ampliando las bonificaciones y eliminando el pago de este impuesto para una mayor cantidad de beneficiarios. No sería extraño que en los próximos meses otras comunidades sigan este camino, facilitando así la sucesión patrimonial sin cargas fiscales excesivas.

Para quienes estén pendientes de una herencia, la clave es conocer la legislación vigente en su comunidad y aprovechar las bonificaciones disponibles para evitar pagar más de lo necesario. El panorama fiscal está cambiando rápidamente y cada vez son más los territorios donde recibir una herencia no implica también recibir una factura desorbitada de impuestos.