El Valencia Basket se ha convertido por méritos propios en la gran sensación de la Copa del Rey. La temporada de los taronja apearon al gran favorito, el Barcelona, en los cuartos de final de la competición del K.O. y ahora buscan conseguir el más difícil todavía intentando dar la campanada ante el Real Madrid.
El equipo dirigido por Jaume Ponsarnau se presenta como uno de los más trabajados de toda España. Tienen claros sus roles y juegan sólido como demostraron ante un Barça frente al que no se dejaron intimidar. «Nos da más miedo Tavares que Mirotic», afirman desde el vestuario valencianista. Resulta curioso que digan eso cuando el caboverdiano no ha estado precisamente acertado esta temporada en las dos victorias blancas registradas hasta la fecha.
No en vano, en ambas citas Tavares se quedó por debajo de sus promedios de valoración. «Sí, pero su influencia en el juego va más allá de las estadísticas. Cambia tiros constantemente, genera muchos pasillos y es un peligro porque no tenemos a nadie que mida 2,21 metros», insisten desde Valencia.
Lo cierto es que el equipo de Ponsarnau no cuenta precisamente con la altura como un factor que le beneficie. Su estrella Bojan Dubljevic apenas lleva a los 2,05 metros, mientras que sólo Tobey supera los 2,10 metros en la plantilla. Tavares, requerida la ocasión, podría hacer mucha pupa con su ventaja en la pintura.
El Madrid, pese a su hipotético favoritismo tras conseguir 111 puntos en el duelo de Euroliga de esta temporada, no quiere ningún tipo de confianzas ante un rival que le ha dado algún que otro disgusto en la era Laso –sólo hay que abordarse de la Liga Endesa 2016–. Aunque si hay que ponerse a tirar de superstición mejor no recordarle a Valencia que enfrente estará Llull y en su versión renacida tras firmar 19 puntos frente al Bilbao Basket. El menorquín, si juega como acostumbra, presentará su candidatura al MVP de salir los blancos victoriosos de la contienda.
