La mejor competición del mundo regresa en una edición en la que el Real Madrid defiende título. Vuelve la Champions League y lo hace con todos los grandes unidos con el único objetivo de destronar al campeón. Manchester City, París Saint-Germain, Bayern de Munich, Liverpool, Barcelona… todos buscarán a partir de este martes ser el equipo que coja el testigo de los blancos el próximo 10 de junio en Estambul. Sin embargo, no será fácil sacar de su camino a un equipo que, una vez más, no parte como favorito, algo que como ha revelado Carlo Ancelotti «es una buena señal».
Los madridistas inician su camino hacia la Decimoquinta con todo en contra. La imbatibilidad de los blancos ha llevado a sus grandes rivales a reforzarse este verano a golpe de talonario. El desembolso de 670 millones de euros –teniendo en cuenta que el City cifra sólo en 60 millones la compra de Haaland– entre los cinco principales contendientes de los blancos así lo demuestra. Todo con el único objetivo de acabar de una vez con el idilio del equipo con la competición.
El Manchester City y el PSG se presentan, a priori, como los grandes favoritos a triunfar al término del curso en Turquía. Los dos clubes-Estado por excelencia del continente han aumentado su potencial más si cabe. Por el lado de los de Guardiola destaca la llegada de Haaland, con el que buscan incrementar su producción goleadora de manera considerable. En el caso de los franceses, a las superestrellas que tenían han añadido calidad y mucho fondo de armario con hombres como Vitinha, Fabián, Sarabia y Soler.
Por otro lado están los grandes rivales históricos, que tampoco han desestimado recursos para armarse contra los del Santiago Bernabéu. El Barça quiere volver a lo más alto y para ello Laporta se la juega a una carta. Las palancas han conseguido cuadrar cuentas y potenciar al equipo, permitiendo la llegada de Lewandowski, Raphinha, Koundé, Bellerín o Marcos Alonso. El salto de calidad es más que evidente, aunque corren un gran riesgo de empeorar la situación económica actual de no lograr los objetivos.
Por su parte, el Bayern ha suplido la marcha del delantero polaco con Sadio Mané. El senegalés ha comenzado con buen pie en Alemania, aunque los dos empates previos al inicio de la Champions han desatado las primeras dudas. Aún así, nadie duda que estarán en las rondas finales de la máxima competición, puesto que parten como favoritos en un grupo de la muerte donde figuran también los culés y el Inter de Milán.
Como si de un efecto dominó se tratase, la salida del delantero africano ha llevado consigo a Anfield un nuevo refuerzo estelar. El Liverpool ha sumado a su plantilla a Darwin Núñez, que ya tenía un gran cartel tras su buena temporada en el Benfica, donde fue el responsable de la eliminación del Barça en fase de grupos, y que ha confirmado las expectativas con un arranque de temporada prometedor. El subcampeón mantiene la base de los últimos años y sigue postulándose como uno de los principales aspirantes.