El Real Madrid inicia la temporada 22/23 de manera oficial con la disputa de la Supercopa de Europa ante el Eintracht de Frankfurt, en Helsinki. Es el primero de los seis títulos que aspiran a conquistar los blancos en esta campaña y la primera oportunidad de estrenar su palmarés como jugadores del Real Madrid para Antonio Rüdiger y Aurelién Tchouaméni. Ambos llegaron como refuerzo estival y vienen con un apetito voraz de títulos y consagrarse como estrellas del fútbol en unos puestos de mucha competencia en la plantilla de Carlo Ancelotti.
«Quiero ganar todos los títulos que podamos», reconocía Antonio Rüdiger el día de su presentación como nuevo jugador del Real Madrid. También en esa línea se mostraba Aurélien Tchoauméni, que añadía su voluntad de «continuar la historia del club». Y es que llegar al conjunto blanco es una gran oportunidad de conquistar títulos, así como de llevar a otra dimensión su condición de futbolista. Bien lo saben tanto el alemán como el francés, que están ante su primera ocasión de estrenar su palmarés como jugadores del Real Madrid en su primer partido oficial con la elástica blanca.
Salvo sorpresa, no entrarán en el once de Ancelotti para Helsinki, pero sí podrán contar con minutos desde el banquillo. El propio técnico destacó la importancia de la llegada de Rüdiger y Tchouaméni al equipo, a los que definió como «dos jugadores que están entre los mejores del mundo en su función». «En primer lugar, su calidad aumenta la capacidad física y técnica del equipo. Luego está la necesidad de adaptarse al grupo y que el grupo se adapte un poco a ellos», añadió Carletto.
Ambos saben lo que es ganar títulos. Llegaron al Real Madrid como jugadores destacados en su posición. Rüdiger repite final en la Supercopa, conquistada el año pasado con el Chelsea tras ganar la Champions League. Tchoaméni tiene en su vitrina particular la Liga de las Naciones con Francia, así como la Copa de Francia con el Mónaco.
Tiempo de adaptación
La llegada de Aurélien Tchouaméni y de Antonio Rüdiger ha despertado gran ilusión en el madridismo. Ambos demostraron muchas ganas desde su aterrizaje en Valdebebas, para ponerse a punto y adaptarse a sus nuevos compañeros a las órdenes de Carlo Ancelotti. El francés y el alemán gozaron de titularidad en el primer partido de la pretemporada, en el Clásico de Las Vegas, sumando sus primeros minutos con la elástica blanca.
En el segundo partido, ante el América, Rüdiger repitió titularidad, recuperando su posición de central tras una prueba como lateral ante los azulgranas. Tchoauméni, en cambio, salió desde el banquillo. Después, en el tercer y último partido de la gira norteamericana, ante la Juventus, los dos empezaron en el banquillo como se espera ocurra en Helsinki, pues Ancelotti quiere repetir con los héroes de París, responsables de su estancia en Finlandia.
Cuestión de tiempo y de trabajo para aspirar a ganarse un hueco en el once de Ancelotti, en una temporada en la que el Real Madrid aspirar al seis de seis y en el que, como el año pasado, todos serán importantes.