El Real Madrid está aprovechando el verano para ampliar la continuidad de los que serán los líderes del equipo en un futuro próximo. Mientras los blancos esperan su oportunidad para tratar de cerrar el fichaje de Kylian Mbappé, siguen trabajando para blindarse de cara a las próximas temporadas con los futbolistas que ya tienen en su plantilla. La renovación de Thibaut Courtois hasta el 30 de junio de 2026 supone un paso más hacia la consolidación del núcleo duro del equipo y no será el último.
El mercado no ofrece grandes oportunidades, debido, entre otras cosas, a la situación actual de la mayoría de los clubes. La pérdida de ingresos provocada por la crisis del coronavirus provoca que sea imposible realizar esfuerzos para hacerse con grandes estrellas. Prueba de ello es que, salvo alguna excepción, las operaciones más destacadas este verano se han producido con jugadores que habían finalizado sus contratos.
El Real Madrid ha aprovechado para llevarse a David Alaba, una ganga irrechazable, al llegar como agente libre una vez expiró su vinculación con el Bayern de Múnich. Sin embargo, desde el club han sufrido el efecto contrario con Sergio Ramos, que se ha marchado al acabar su contrato, o con Varane, al que se han visto obligados a vender para evitar que se marchase a coste cero al finalizar la temporada.
El que es hasta la fecha el único fichaje de los madridistas ha fichado por las próximas cinco temporadas, hasta 2026, que será cuando además termine contrato Courtois tras su reciente renovación. En la actualidad, las cinco temporadas que les quedan les hacen ser los que tienen un contrato mayor, en lo que a duración se refiere. Sin embargo, no han sido las únicas renovaciones que ha cerrado el conjunto blanco en los últimos meses.
Desde el club no quieren correr el riesgo de perder futbolistas importantes, que forman parte ya de los veteranos y sobre los que se debería sustentar parte del liderazgo del vestuario en los próximos cursos. Por ello, se han cerrado recientemente las renovaciones de Lucas Vázquez y Dani Carvajal, hasta 2024 y 2025, respectivamente. Además, a Kroos le queda contrato hasta que finalice la próxima temporada, el de Hazard cumple en 2024, mientras que Mendy, Valverde, Vinicius, Miltao y Rodrygo tienen actualmente vinculación con el club hasta junio de 2025.
Casemiro y Benzema, los próximos
Mientras continúa abierto el mercado de fichajes y el Real Madrid trata de cerrar la llegada del que sería su nuevo galáctico, el club busca seguir asentando las bases de cara a los próximos cursos. Las renovaciones que más urgen en la actualidad son las de Karim Benzema y de Casemiro. Los dos deberían ser los siguientes en alcanzar un acuerdo para ampliar sus actuales contratos, sin olvidar a Toni Kroos, que acaba contrato en 2023, cuando tendrá 33 años.
En el caso de Benzema, el delantero se ha convertido en los últimos años en la principal referencia y estrella del equipo. El incremento de su peso en el vestuario va unido al de su rendimiento, que le ha llevado a ser un jugador aún más determinante de lo que ya era. Acaba contrato al finalizar el presente curso, pero parece claro que en los próximos meses se alcanzará un acuerdo para prorrogar su estancia en la disciplina madridista.
Con Casemiro, que por edad y jerarquía es uno de los principales activos de la plantilla, también se espera alcanzar un acuerdo en las próximas semanas. El brasileño acaba su contrato en 2023, pero es una prioridad atarle, para evitar que alguno de los principales rivales de los madridistas en el panorama continental se aproveche de contar con un músculo económico mayor y consiga seducirle. Con él se dará un caso similar al de Carvajal o Courtois, renovándole por varias temporadas.
Los descartes quedan libres en 2022
Tres de los jugadores cuya renovación parece hoy por hoy inviable son Marcelo, Isco y Bale. Ambos acaban su vinculación con el club al finalizar el curso que acaba de empezar y, al contrario que sucede con Benzema, no parece que entren en los planes de futuro.
El rendimiento de Isco y Marcelo ha estado en las últimas temporadas por debajo de lo esperado. De hecho, los dos son jugadores que tienen el cartel de transferibles. El club estaría dispuesto a facilitarles la salida, pero no parece que vaya a producirse. En el caso del malagueño, se especuló al inicio del verano con su marcha al Milan, aunque la operación se ha congelado y todo apunta a que se quedará.
En lo que respecta a Bale, su futuro inmediato ha cambiado drásticamente con el regreso de Ancelotti al banquillo. El galés no contaba para la presente temporada, pero la llegada del italiano lo ha cambiado todo. El entrenador madridista le ha dado la oportunidad y, por lo visto en los primeros minutos del curso, parece dispuesto a aprovecharla. Sin embargo, para el club es insostenible su salario de cara al futuro, por lo que todo apunta a que el próximo 30 de junio quedará libre.