El París Saint-Germain mantiene la incertidumbre sobre la presencia de Neymar en la ida de octavos de final de la Champions League. El grave esguince que sufrió el brasileño el pasado 28 de noviembre le ha mantenido desde entonces apartado de la disciplina del equipo y, a falta de tres semanas para que los franceses reciban en el Parque de los Príncipes al Real Madrid, aún se ejercita en solitario. Está previsto que a lo largo de esta semana o, como muy tarde, la próxima se incorpore a los entrenamientos con el resto del grupo, pero lo cierto es que su presencia en el primer encuentro de la eliminatoria está más que en el aire.
Las dudas respecto a Neymar son más que evidentes. De hecho, tras el último partido del líder de la Ligue 1, ante el Reims, Pochettino se pronunció respecto al estado del astro brasileño y su presencia en el choque ante los blancos. «Todavía no lo sabemos, pero esperamos que así sea. Tiene que seguir su evolución y seguir corriendo la semana que viene», apuntó el técnico argentino, poniendo en duda que el atacante esté en condiciones de disputar el partido de octavos de la máxima competición.
Los plazos de recuperación del jugador, si se cumplen, no deberían impedir que juegue en el primer encuentro del cruce, en París. Pero es ahí donde está la principal duda, en que todo salga según lo esperado. En un principio, se estimaba que su periodo de baja sería de seis a ocho semanas, que ya se han cumplido sin que haya recibido el alta médica. De hecho, aún apura su recuperación, entrenándose en solitario.
El brasileño debería incorporarse con el resto de sus compañeros en los próximos días o, a más tardar, la próxima semana. De lo contrario, estaría prácticamente descartado para afrontar el encuentro más importante en lo que va de temporada para el PSG, que se jugará el 15 de febrero. De hecho, ni ejercitándose junto al resto del grupo en los próximos días tendría asegurada su presencia sobre el verde en el regreso de la Champions.
Neymar se lesionó el pasado 28 de noviembre, en el encuentro disputado ante el Saint-Etienne. En una acción fortuita, sufrió un esguince en su tobillo izquierdo que le afectó también a los ligamentos, lo que complica su recuperación. Después de dos meses de lenta recuperación, necesitará ir adaptándose al ritmo del resto del equipo, una vez comience a entrenar con normalidad, antes de volver a jugar.
El duelo ante el Real Madrid exigirá que tanto los de Ancelotti como los jugadores del PSG se encuentren en las mejores condiciones posibles. Se espera una eliminatoria más que disputada entre ambos conjuntos, que parten entre los favoritos a hacerse con el título a finales del mes de mayo. Por ello, Neymar deberá acelerar al máximo su recuperación si no quiere perderse la ida de los octavos de final ante los blancos.
Ausente en octavos
La baja de Neymar en octavos de final de la máxima competición es ya algo habitual desde que llegó a París. Desde que fichó por el PSG en la temporada 2017-18, únicamente ha podido disputar la primera fase eliminatoria de la Champions League de manera completa en una ocasión, hace dos temporadas, cuando consiguieron llegar a la final. El resto de veces, siempre se ha quedado fuera en al menos un partido.
En su primera temporada en el club, formando tridente con Cavani y Mbappé, y amenazando el trono del Real Madrid, cayó de cara al segundo partido, que se disputó en el Parque de los Príncipes y en el que se confirmó la eliminación de los suyos, a manos precisamente de los blancos. Cayeron en la misma ronda al año siguiente, frente al United, en una eliminatoria que se perdió por completo. La pasada campaña, tampoco pudo participar en el cruce ante el Barça, que sí que superaron.
Esta temporada podría volver a repetirse la tónica habitual de los últimos cursos y Neymar podría ausentarse por problemas físicos de los octavos de final de la Champions. El PSG es el máximo favorito –por plantilla– para hacerse con la Orejona en la presente campaña, pero su primera piedra en el camino será la más complicada que les podría haber tocado, un Real Madrid al que nunca se puede dar por muerto, especialmente en Europa.