«Es un partido muy importante. Esta es una competición diferente y sabemos lo decisivo que es. No es la primera prueba importante, solo es un partido muy importante», aseguraba Xabi Alonso en la previa de los octavos de final del Mundial de Clubes contra la Juventus. La realidad es que sí: el donostiarra, aunque prefiera darle la máxima normalidad posible, está ante su primera gran prueba como entrenador del Real Madrid en este encuentro contra los italianos. No, no es vinculante, y en caso de caer derrotado no se alterará lo más mínimo la hoja de ruta madridista, pero sí sería un varapalo que se quiere evitar a toda costa.
El Real Madrid de Xabi Alonso está en plena construcción, y desde la victoria siempre se trabaja mejor. Eso es evidente. Los blancos buscan los cuartos de final del Mundial de Clubes, y para el proyecto del donostiarra sería muy importante seguir adelante en una competición que va creciendo en interés a medida que se acerca la fase más decisiva del torneo.
El camino del Real Madrid en este Mundial de Clubes ha ido de menos a más en la fase de grupos. De hecho, poco tuvo que ver la primera mitad contra el Al Hilal en el debut con la segunda. El ascenso ha continuado en los siguientes encuentros. Contra el Pachuca, con 10 jugadores desde el minuto 7 por la expulsión de Asensio, supieron sacar el encuentro adelante con una clara mejoría en el juego. Aunque el gran momento llegó frente al Salzburgo, donde firmaron media hora que ilusionó a un madridista hambriento de volver a ver a su equipo presionar y tocar la pelota de esa manera.
Xabi Alonso ha cambiado la cara de un equipo que durante toda la temporada invernó de manera incomprensible. De repente, el donostiarra ha conseguido que los mismos jugadores que no sabían presionar, presionen; que el equipo sea versátil, que se adapte a varios dibujos y que tenga una infinidad de recursos a la hora de generar juego. Todavía queda mucho trabajo por delante, es obvio, pero ya se empieza a ver la idea de equipo que quiere el donostiarra.
Por todo esto, el partido contra la Juventus es importante, porque será el primer rival de entidad que tendrá el Real Madrid en esta nueva etapa. Por ello, dar un golpe encima de la mesa servirá a Xabi Alonso para seguir creciendo en este nievo proyecto con la máxima confianza.