Gil Manzano se negó a pitar un penalti de Pedraza por mano alegando que estaba apoyada en el suelo, a pesar de que cortaba una ocasión clarísima del Real Madrid. Valverde se quedó solo ante Diego Conde, pero prefirió meter el pase de la muerte para que Bellingham marcara a placer. Entonces el lateral del Villarreal se tiró y cortó con su brazo el pase. Aunque era una ocasión clara, el árbitro no quiso señalarla.
El reglamento dice que una mano que está apoyada no puede ser sancionada, aunque en esta ocasión corta una ocasión clara y manifiesta. Además, Pedraza la deja clavada cuando ve que el balón se acerca y no intenta quitarla en ningún momento. Pese a ello, la decisión de Gil Manzano estaba tomada.
El extremeño dijo desde un primer momento que la mano estaba apoyada en el suelo, sin entrar a valorar qué era más importante, si el hecho de que estuviera apoyada o que cortara una ocasión manifiesta del Real Madrid. Para sorpresa de nadie, desde el VAR, Cuadra Fernández tampoco hizo mucho esfuerzo en que fuera a verla.
La jugada comenzó con Vinicius yéndose en velocidad por la banda izquierda. Mientras que Mbappé le tiró el desmarque y se llevó a los centrales con él, el brasileño aprovechó para meterle un pase raso a Valverde que aparecía en el área por el otro costado y solo. Se quedó en el uno contra uno ante Conde, pero en lugar de chutar prefirió darle el pase atrás a Bellingham, que no tendría oposición para marcar el 1-3.
Mano apoyada de Pedraza, pero clara
Fue entonces cuando se cruzó Pedraza. El lateral del Villarreal se lanzó al suelo para intentar cortar el balón y, aunque se pasó de frenada, tenía el brazo derecho apoyado en el suelo. Aunque el reglamento dice que esas manos no se pueden sancionar, en este caso corta un pase de gol, puesto que Bellingham estaba solo y únicamente tenía que rematar a puerta para marcar.
Gil Manzano interpretó que primaba la posición de Pedraza y su mano apoyada en el suelo que el hecho de que cortara una ocasión clarísima de gol. Todo, a pesar de que el futbolista no hizo amago de quitar su brazo, en ningún momento, aunque vio que el balón se dirigía a él. Sacó provecho de esa posición de su mano de manera deliberada y, una vez más, el árbitro picó.
La decisión de Gil Manzano fue en contra de los intereses del Real Madrid, pero no impidió la victoria del conjunto blanco en Villarreal. En la primera parte, Foyth había marcado el primer tanto del partido, cuando sólo se habían jugado ocho minutos, pero Kylian Mbappé consiguió darle la vuelta con un doblete. Los dos goles del galo permitieron al conjunto madridista ponerse por delante en el marcador y, a pesar del asedio castellonense en la segunda mitad, el resultado no varió.
