Era el protagonista del ataque del Real Madrid antes de la suspensión

El parón apaga a Vinicius

Vinicius Junior sufre las consecuencias del parón y pasa de ser el principal protagonista en el ataque del Real Madrid antes del aplazamiento, a jugar media hora y apenas aparecer ante el Eibar. El brasileño se ve en la obligación de reaccionar rápido, aunque habitualmente le cuesta coger ritmo en el arranque de la competición

Vinicius
Vinicius, en una acción en el partido ante el Eibar (AFP).

Vinicius Junior apunta a ser uno de los principales damnificados por el cese del fútbol durante los últimos tres meses. El jugador del Real Madrid era, antes de la suspensión de la Liga, el principal protagonista del ataque del equipo, siendo fundamental en la victoria ante el FC Barcelona, donde puso la guinda a su gran partido marcando. Sin embargo, tras el parón, al brasileño puede costarle recuperar el ritmo y la confianza que había cogido en los últimos encuentros. Por el momento, en el primer encuentro, ante el Eibar, dispuso de media hora y apenas apareció.

La velocidad y la chispa que le aporta el madridista al ataque se convirtió en un factor determinante en los encuentros previos al aplazamiento por el coronavirus. Vinicius se había convertido en una pieza clave para Zidane, ante la ausencia de Hazard por lesión. Aunque su arranque de temporada no fue bueno, poco a poco fue ganando peso, hasta convertirse -igual que el curso pasado- en fundamental para los intereses de los blancos.

Sin embargo, con el retorno de la Liga Santander, el extremo ha perdido la titularidad. Con el belga ya recuperado y siendo indiscutible para Zidane, el joven canarinho entra en la pelea por el puesto que queda libre en la derecha con jugadores como Bale, Asensio, Isco o Rodrygo, que fue el elegido ante el Eibar. Un puesto en el que además, Vinicius no luce tanto, al no poder aprovecharse de jugar a pierna cambiada para sus incursiones al área.

Frente a los armeros, el brasileño entró en el minuto 60, sustituyendo al propio Hazard. Pero ni mucho menos tuvo el peso que se esperaba en los embistes de los madridistas. Pese a que los vascos se volcaban por momentos en el campo de los de Zidane, las contras en las que explotar la velocidad de Vini al espacio apenas se dieron. Sólo apareció en una ocasión, pero terminó perdiendo el balón ante el central.

Es habitual que a Vinicius le cueste adaptarse al ritmo de la competición. Ya le pasó en su primera temporada, cuando no dispuso apenas de oportunidades hasta la llegada de Solari, y en la presente, cuando Zidane le borró prácticamente del mapa en los primeros meses. Ahora, con un calendario exprés y más que apretado, su aparición se hace necesaria para los intereses del Real Madrid. Aunque ha vuelto en un buen estado de forma, deberá reivindicarse y estar a la altura de las expectativas desde el primer minuto que pase sobre el césped.

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