Las declaraciones de Gareth Bale, en las que afirmaba que intentó el verano pasado volar del Real Madrid y en el club le «bloquearon» su salida y no le «permitieron» irse, tienen desconcertada a la cúpula merengue. El galés rompió su silencio una vez se incorporó con su selección de cara a los partidos de la Liga de Naciones que tendrán lugar en estas dos semanas.
«¿Irme? El club debe responder a esa pregunta, pero están poniendo las cosas muy difíciles para ser honestos», espetaba a colación Bale, echando balones fuera sobre su salida y culpabilizando en todo momento a la gestión del club. Sus palabras fueron recibidas en el seno de la entidad con cierta sorpresa por lo inverosímil de éstas, porque desde la cúpula siempre se dieron facilidades al jugador para que saliera pese a la complejidad de su marcha a nivel contractual.
Desde el Real Madrid siempre han apremiado al jugador y su agente a encontrar su mejor salida, no exigieron en demasía y facilitaron las cosas. Así fue el verano pasado aunque cada opción que apareció, acabó truncándose por uno u otro motivo. Además, no fueron muchas las posibilidades reales que se posicionaron delante del jugador. No hay que confundir dar facilidades con regalar.
De hecho en los próximos días se espera en las oficinas del Santiago Bernabéu a Jonathan Barnett, el polémico agente del galés, para tratar su salida y despejar definitivamente la equis en esta ecuación que tanta dificultad está atravesando para los blancos. Se espera que sea una reunión amistosa, como las anteriores, pero en la que se encuentren vías realistas para su adiós. En el Madrid lo tienen claro y no pondrán ninguna traba a ningún equipo que quiera llevarse al británico. Sea quién sea. Pese a los dos años de contrato que le restan al jugador, hasta 2022.
«Tiene las puertas abiertas»
En el club existe cierta desesperación por no encontrar solución al problema que viene siendo Gareth Bale de un tiempo a esta parte, de ahí que hayan sorprendido mucho sus declaraciones en las que alude que el factor que evita su salida es el club blanco. Desde la cúpula merengue lo tienen claro. «Si Bale quiere irse a cualquier club del mundo, tiene las puertas abiertas», transmiten desde la cúpula blanca, una postura muy dispar a la que deslizaba el jugador.
El Real Madrid, con tal de lograr la salida de Bale, estaría dispuesto incluso a asumir una pequeña parte de la ficha del jugador, una de las más altas de la plantilla en estos momentos. Las facilidad que da el club son tales que estarían por la labor de aceptar un traspaso por una cuantía no muy elevada con tal de desbloquear su marcha e, incluso, valorar la posibilidad de salir gratis del club.
En cualquier caso, el club da prioridad, sea como sea, a la desvinculación del jugador. Es uno de los mayores problemas dentro de la Operación Salida, el más complejo por las estrictas condiciones de su contrato que anulan muchas opciones. De momento, la única opción que parece factible para Bale es la del Tottenham Hotspur, donde explotó y donde mejor fútbol demostró. Mourinho puede tener la llave.