El Real Madrid blindará su centro del campo en el Camp Nou. El conjunto blanco ha dejado al descubierto sus vergüenzas en los dos últimos encuentros y Zidane no quiere volver a pasar un trago similar el sábado. Por ello, plantea un mediocentro colmado de jugadores que den más solidez al juego del equipo y que eviten la fractura en fase defensiva. El técnico renunciaría a su habitual 4-3-3 para formar con un 4-4-2, en el que Benzema y Vinicius -sus grandes esperanzas en el ataque- queden como puntas del equipo.
El once del Madrid para medirse al Barcelona está prácticamente claro, a expensas de una ‘zidanada’ de última hora que cambie los esquemas del partido. Todo hace indicar que el francés saldrá de inicio con Casemiro, Modric, Kroos y Valverde en la medular. Los blancos encontrarían así el equilibrio necesario en el medio para imponerse a un Barça que, si no hay sorpresas, saldrá con el 4-2-3-1 habitual de Koeman.
Zidane ha tenido que optar en los últimos encuentros por dar cabida a tres de sus cuatro principales bazas en el centro del campo, sin llegar a encontrar el resultado óptimo. Ha experimentado y prescindido de alguno de ellos en diversos momentos y los blancos han terminado pagándolo. Contra los azulgranas no hay margen de error, por lo que de inicio podría optar por protegerse con una línea de cuatro por delante de la defensa.
El equipo ha pecado en los últimos partidos de ser endeble atrás. Los blancos recuerdan al Madrid del comienzo del curso pasado, que a la mínima se rompía y al que le llegaban con facilidad. Con el objetivo de recuperar la solvencia que les caracterizó en la segunda mitad de la temporada, Zidane apostaría por juntar a sus cuatro ases del centro del campo.
Casemiro, Modric, Kroos y Valverde le darían al equipo la solidez necesaria en el centro del campo que evitaría que se descosiera en los momentos cruciales. Con la presencia de los cuatro en el centro, el equipo sería más solidario en defensa, algo importante teniendo en cuenta que en frente estarán Messi, Ansu Fati, Griezmann -a priori- y Courtinho.
La renuncia al 4-3-3 característico del entrenador madridista, dejará a Benzema y Vinicius como pareja de baile en el ataque. Los dos han demostrado ser por el momento las únicas esperanzas de los blancos en la ofensiva. El brasileño está en un estado de forma increíble, siendo el pichichi del equipo con tres tantos y aunque Benzema no pasa por su mejor momento, se espera que siga siendo determinante este curso.
En defensa todo parece estar claro. Ramos y Varane serán la pareja de centrales, mientras que Mendy estará en el lateral. Todo hace indicar que el francés ocupará su perfil natural, el izquierdo, mientras que Nacho regresará a la titularidad en ausencia de Carvajal y Odriozola. La única variante posible sería la de introducir a Marcelo por el español y cambiar a Mendy a la derecha, aunque tras los dos últimos partidos ante Cádiz y Shakhtar, ha perdido bastantes enteros para convertirse en una opción contra los culés.