Simeone dice que no piensa en el árbitro del derbi porque se centra en su equipo. Sus futbolistas copan su pensamiento. Uno especialmente. Julián Álvarez, fichaje de relumbrón el pasado verano que necesitó tiempo para engrasar antes de ser resbaladizo a los defensas. El argentino se ha adaptado al Atlético y el Atlético al argentino.
Julián Álvarez se ha echado el equipo rojiblanco a su espalda durante varios partidos. Ha emergido como estandarte de este Atlético que han pasado de relegados a liderar el campeonato, dejarlo escapar y opositar ahora a restituirse en la cima de la Liga. Todo ello tras un récord histórico de victorias de por medio. Y en esa serie de 15 triunfos consecutivos, Julián Álvarez ha protagonizado varios capítulos.
Sus once goles y tres asistencias desde entonces le convierten en el jugador más determinante en este periodo. Y se extienden hasta su 16 tantos y cuatros asistencias globales. Ha visto puerta en las tres competiciones. Además, el porvenir de los de Simeone en Copa sería una incógnita sin el argentino, pues su doblete tiró la resistencia del Vic en primera ronda.
Julián Álvarez contra la maldición del Bernabéu
Coronar el Bernabéu significaría su arribo definitivo en la élite de los delanteros del Viejo Continente y, de paso, rompería la maldición que acompaña a los delanteros debutantes en el Atlético desde la era Simeone, que nunca han conseguido marcar en el feudo blanco en su primera visita como rojiblanco. Falcao, Kun Agüero, Griezmann, Baptistao, David Villa, Diego Costa, Álvaro Morata, Mario Mandžukić, Luis Suárez… Todos salieron del césped sin su debut soñado.
Los 75 millones de euros fijo y 15 en variables que el Atlético pagó por Julián Álvarez le colocaron el cartel de estrella. Él se lo ha quitado y bajado al barro. El argentino ha hecho del mono de trabajo y el pico su traje y herramienta en cada partido. Y en cada martillazo encuentra petróleo representado en mil formas.
En un saque de esquina, en oxígeno a su equipo, en un saque de banda a favor… También saca los córners, las faltas, pero sobre todo da sentido al juego. La jugada mejora cada vez que el balón pasa por sus pies. Julián Álvarez se se mueve en la punta de ataque, cae a banda y organiza. Ha adoptado un papel que tantas veces ha protagonizado Griezmann, aunque con algo menos de libertad que el francés debido a su posición más puntera.
Su demarcación le convierte en un delantero más de referencia que el francés. Porque si uno observa el desempeño de Julián Álvarez percibe un futbolista que no rehúye esfuerzo alguno, tanto en campo rival como propio. Y cuando posee la posesión le imprime velocidad a la jugada. Se ha sabido adaptar al juego colchonero y Simeone ha sabido interpretar sus características.
