A poco más de un mes de que termine oficialmente la temporada, Isco Alarcón, que termina contrato con el Real Madrid en junio y no seguirá, no tiene ninguna oferta de clubes europeos sobre la mesa.
Con 31 años recién cumplidos y con un currículum que quita el hipo, ningún club europeo parece dispuesto a fichar a Isco Alarcón a pesar de llegar con la carta de libertad debajo del brazo. El malagueño se convertirá a final de temporada en agente libre porque el Real Madrid, que ha intentado colocarle en las últimas cuatro ventanas de mercado, no le renovará. Pero Isco no tiene quien le quiera.
Sus agentes han tenido reuniones con clubes de la Liga española, del Calcio y de la Premier pero, de momento Isco no tiene ninguna propuesta en firme para continuar su carrera en un club de las grandes ligas europeas a pesar de haber sido un jugador importante en el Real Madrid y de tener en su palmarés nada más y nada menos que cuatro Champions.
Sólo coqueteos
Sevilla y Betis han coqueteado con Isco, pero el futbolista tendría que bajarse su actual ficha casi un 70% para que encajara en la masa salarial de cualquiera de los dos clubes sevillanos, que ni siquiera tienen asegurada su presencia en la próxima Champions. Sin garantizar su presencia en la próxima edición de la máxima competición continental ni Sevilla ni Betis pueden permitirse a Isco.
Con las puertas de Europa cada día más cerradas, Estados Unidos se antoja como la salida más viable para Isco, que no está dispuesto a aceptar ninguna propuesta exótica de países de Oriente Medio. Puede que el destino del mediapunta malagueño le lleve a Miami o a Los Ángeles, las dos ciudades norteamericanas con mayor número de hispanohablantes y, además, con una poderosa industria audiovisual, el sector en el que trabaja su pareja, Sara Sálamo.
