Han pasado más de 60 días de la final de la Champions, el último partido de Isco y Marcelo con el Real Madrid (aunque no jugaran ni un minuto), y ambos siguen de vacaciones forzosas. Ni su imponente curriculum ni tener la carta de libertad bajo el brazo son atractivos suficientes para que estas dos leyendas del fútbol encuentren equipo.
Ni Marcelo (34) ni Isco (30) son jugadores tan mayores como para que su edad les impida encontrar un club que les quiera en el fútbol europeo. Puede que ya no estén para un equipo de los que aspiran a ganar la Champions, pero aún debería quedarles cuerda para rato, sobre todo al mediapunta malagueño que llegó a ser la gran esperanza del fútbol español como el nuevo Iniesta.
Ambos han tenido un papel protagonista, muy protagonista, en el Real Madrid de Zidane de las tres Champions seguidas entre 2016 y 2018, pero ni Isco ni Marcelo han sido relevantes la pasada temporada en el Real Madrid en el regreso de Ancelotti, que ya los tuvo a sus órdenes en su primera etapa en el banquillo del Bernabéu.
Sin ofertas de Europa
Los dos saben que su salario, el que cobraban en el Madrid, ya no podrán cobrarlo lejos del Bernabéu. Corren nuevos tiempos y ellos ya no son lo que fueron. Isco y Marcelo deberán apretarse el cinturón si quieren seguir en el fútbol europeo.
A Marcelo le han contactado desde el siempre peligroso y exótico fútbol turco, pero no está convencido. La opción de volver a Brasil está abierta, igual que una aventura en la MLS estadounidense o en algún país del Golfo Pérsico.
Isco prefiere quedarse en España, más concretamente en Andalucía y más concretamente en Sevilla. Lopetegui y Pellegrini le tientan, pero ninguno de los dos clubes hispalenses se deciden. Sevilla y Betis están atados en lo económico, igual que el resto de clubes de una Liga que pasa una enorme crisis económica.