A punto de soplar las 36 velas, Luka Modric demostró que hay futbolista para rato. El centrocampista croata volvió a ser clave en la medular en el debut en Liga del Real Madrid, fue de menos a más, dio una asistencia y probó con un disparo ante el Alavés. El 10 blanco sigue marcando la diferencia y demostrando su pasión por el fútbol y su entrega por el escudo madridista.
Hace unos días, Luka Modric presumía en redes sociales de su gran estado de forma. El croata comparaba su estado físico de este verano con el de 2017, cuatro años han pasado y el 10 blanco está en plenas condiciones y eso que está a punto de cumplir los 36 años. El centrocampista arrancó la segunda etapa de Carlo Ancelotti al frente del banquillo madridista entre los titulares. Estuvo 88 minutos en el campo de Mendizorroza y volvió a ser uno de los jugadores más destacados del encuentro.
Como el equipo, Modric fue de menos a más. El croata era el jefe de la medular y ayudó a decantar la balanza tras el tanto inicial de Karim Benzema. El que fuera Balón de Oro en 2018 dio un gran pase al área chica a Nacho, que se estiró para golpear el balón y ponerlo donde Pacheco no llegaba. Un tanto que suponía el 0-2 en la noche y del que no dudó en reconocer el mérito al croata el autor del gol. «El gol es más de Luka que mío, es un maestro», decía Nacho al término del encuentro, con los tres puntos en el bolsillo tras el 1-4 final en la visita a Vitoria.
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También había probado Luka Modric a estrenarse de cara a la portería, cazando un balón en la media luna y disparando. El esférico lo despejó la zaga del Alavés, muy exigida en una gran segunda parte de los de Carlo Ancelotti, que demostraron en este primer partido de Liga muchas ganas de disfrutar en el césped y de hacer una buena temporada.
Los dos veteranos del equipo, Luka Modric y Karim Benzema demostraron que siguen siendo los hombres de referencia en el conjunto blanco. El croata tiene cuerda para rato. Camino de los 36 años se ganó la renovación a base de trabajo y esfuerzo y sin ruido de por medio amplió su contrato hasta junio de 2022. Al término del partido, Modric compartió con sus seguidores la alegría de haberse llevado los tres puntos en el primer partido de Liga de los blancos.
