A Dean Huijsen le viene muy bien el parón navideño para resetear ideas y fútbol. El central español viene de acumular malos partidos, con malas sensaciones, siendo en cierto modo una de las cabezas visibles del mal estado del Real Madrid. El conjunto blanco ganó sus tres últimos partidos del año, ante Alavés, Talavera y Sevilla, pero no dejó buenas sensaciones y siguió aumentando las dudas generadas en los anteriores duelos, en los que sí hubo varios pinchazos.
Huijsen es una apuesta de futuro del Real Madrid, pero también en el presente estaba destacando y dando muy buenos resultados. Y realmente en el equipo blanco nunca habrá futuro sin presente, porque el Real Madrid exige resultados al día, al momento. Su inicio de temporada fue muy bueno, con algunos encuentros excelsos, sobre todo en el primer tramo de curso futbolístico. Pero en los últimos tiempos, al central malagueño se le ve desubicado y ha tenido fallos importantes.
Arrastrado por una lesión que le tuvo cinco partidos fuera, Huijsen es un fijo para Xabi Alonso, pero en los últimos encuentros se duda sobre si es conveniente que esté en el once. Bien es verdad que las lesiones en defensa obligarían al entrenador vasco a poner a Huijsen, porque no tiene más efectivos, pero la realidad es que el central español no está bien.
Atrás quedan los tiempos en los que Huijsen enamoró en la selección española y también en el Real Madrid, aunque eso no quiere decir que vaya a volver. El joven central andaluz -nacido en Países Bajos- es un central de maravillas cuando está bien, pero ha hecho aguas en este último tramo de 2025. Mal en las marcas, superado en el uno contra uno… Huijsen también es un futbolista en aprendizaje, aunque hay que entender que en el Real Madrid la exigencia es desde el primer día.
Es por ello que este parón de dos semanas hasta el primer partido de 2026 -que será el domingo 4 de enero ante el Betis en el Bernabéu- le viene genial a Huijsen para resetear su mente, aprender de los errores -que cometen todos, porque para eso son humanos- y salir del trance futbolístico en el que ha entrado en los últimos tiempos, especialmente en un mes de diciembre muy malo para él.