La noticia saltó cuando se conoció la alineación del Real Madrid: Vinicius volvía a ser suplente. Otra vez. Como en Oviedo, en la segunda jornada de Liga. En los cinco partidos que ha disputado el conjunto blanco esta temporada, no ha completado ninguno y, en dos de ellos, ni siquiera comenzó como titular. El brasileño ha perdido ese papel de intocable que tenía en la etapa anterior y, aunque Xabi Alonso insiste en que es algo normal y que ningún jugador de su plantilla lo jugará todo, la realidad es que Vini ya no ocupa el lugar privilegiado de antaño.
El delantero se enteró de su suplencia la misma mañana del partido. Antes de la comida, Xabi Alonso comunicó a Rodrygo que sería titular, lo que mandaba al ‘7’ al banquillo. Una decisión que no le sentó nada bien, pues confiaba en arrancar de inicio en el estreno europeo del Real Madrid, un partido siempre especial para el club.
La realidad es que Vinicius no está cómodo con este nuevo rol. Es cierto que Alonso lo elogia públicamente y le da minutos, pero su vida en el equipo ha cambiado radicalmente en poco tiempo. Ya no tiene la etiqueta de indiscutible, algo que afecta en lo anímico a un jugador acostumbrado a ser protagonista. Contra el Marsella entró en la segunda parte y, aunque no logró desequilibrar en sus acciones individuales, de sus botas nació la jugada que derivó en el segundo penalti para los madridistas. Una pena máxima que transformó Mbappé, el nuevo líder indiscutido del Real Madrid.
Un futuro incierto
En el club asumen con calma la situación del brasileño. Siempre tuvieron claro que este verano no iba a salir, pero la situación podría cambiar dentro de un año: si el jugador mantiene su postura de no renovar, se activará el plan venta. No será una operación sencilla, pero en el Bernabéu no contemplan bajo ningún concepto dejar marchar gratis a un futbolista por el que se invirtieron 45 millones en 2018 y que ha sido clave en los últimos éxitos del equipo.
En Valdebebas consideran que Vinicius no está siendo justo con una institución que siempre lo defendió. El ejemplo más claro fue la ausencia del club en la gala del Balón de Oro, en protesta por lo que entendían como un desprecio hacia él. Además, Florentino Pérez estaba dispuesto a romper la estricta escala salarial para ofrecerle una mejora acorde a su estatus, plenamente consciente del precedente que eso supondría. Sin embargo, el jugador exigía también una prima de renovación, lo que tensó definitivamente las negociaciones.
Meses complicados por delante
Todo apunta a que Vinicius quiere llegar como agente libre y decidir entonces si renueva con el Real Madrid o escucha otras ofertas. Lo único seguro es que no renunciará a la prima de fichaje, que considera irrenunciable.
Por ello, en Chamartín ya contemplan seriamente su venta el próximo verano, con la idea de ingresar una cifra elevada que compense su salida. Incluso ha circulado la posibilidad de que el brasileño perciba un porcentaje del traspaso, algo que el club rechaza, aunque podría valorar llegado el caso con tal de evitar que se marche gratis.
En cualquier caso, el deseo de la directiva sigue siendo que Vinicius recapacite. La renovación estaba pactada y prácticamente cerrada, pero nunca se firmó. Ahora, el jugador tiene varios meses por delante para cambiar de postura. En el Real Madrid lo tienen claro: el próximo verano será la fecha límite.