El Manchester City se ha convertido en el gran rival del Real Madrid en el fichaje de Haaland, pero el club estado inglés amparado por Abu Dhabi sólo puede ofrecer dinero (y mucho) al delantero del Dortmund para convencerle. Ni siquiera cuentan con el efecto de seducción de Pep Guardiola, porque el técnico se irá del club citizen al final de la próxima temporada.
Guardiola, por tanto, será más neutral que beligerante en la batalla por Haaland. El técnico, cuyo sueño imposible de los dos últimos veranos ha sido llevar al Manchester City a Harry Kane, estaría encantado de tener a sus órdenes al delantero noruego del Borussia Dortmund, pero sabe que no podrá seducirle ofreciéndole un proyecto de futuro cuando el propio Pep será el primero en abandonar el barco del Etihad a final de la próxima temporada.
Sin el efecto Guardiola de su parte, el Manchester City se encomienda a su megaoferta económica para convencer a Haaland. Nada menos que 60 millones brutos al año ofrece el club inglés al delantero, más allá de una suculenta comisión para su agente, Mino Raiola, superior incluso a los 75 millones que marca su cláusula liberatoria con el Borussia Dortmund.
En el otro lado del frente está el Real Madrid, cada día más convencido de que su estrategia es la correcta para llevarse a Haaland. Lo primero, la leyenda de la institución deportiva más grande del planeta tierra. Lo segundo, ese estadio que va a ser la nueva joya de la corona y la envidia del deporte mundial. Y lo tercero, Kylian Mbappé.
El efecto Mbappé
La presencia del francés en el Real Madrid de las próximas temporadas es una tentación para Haaland, que cree que puede haber sitio de sobra en el trono del fútbol mundial para dos reyes. El noruego cree que jugar al lado de Mbappé no limitará su potencial de crecimiento, sino que lo aumentará. Haaland cree que será mejor futbolista con Mbappé como compañero que como rival.
En su entorno, sin embargo, no lo tienen tan claro. Especialmente Mino Raiola, que prefiere hacer negocios con el Manchester City antes que con el Real Madrid, donde le tienen cogida la matrícula desde hace tiempo. Ahora la pelota está en el tejado de Haaland y habrá que ver hacia dónde remata.