El Real Madrid venció con más dificultades de las esperadas a la UD Las Palmas, con remontada incluida, para continuar en lo más alto de la clasificación a la espera de disputar el partido aplazado por la Supercopa de España y que jugará el próximo jueves en casa del Getafe. Ancelotti introdujo algunas rotaciones con respecto a partidos anteriores. Unas obligadas, como la de Brahim Díaz ante la baja por sanción de Bellingham y otras, simplemente, para dar descanso a futbolistas con sobrecarga de minutos como fue el caso de Fede Valverde.
En el lugar del uruguayo, Ancelotti alineó como titular por primera vez en lo que va de temporada a Dani Ceballos, un jugador que vive permanentemente con la vitola de suplente y que el imaginario colectivo tiene como el eterno infravalorado. Muchas son las voces que demandan más oportunidades para el andaluz. El de Utrera tenía el pasado sábado la oportunidad perfecta para reivindicarse y demostrar que puede pelear un puesto en el once a cualquier jugador y ante cualquier cita, pero no fue así.
El mediocentro pasó totalmente desapercibido durante el partido, apenas tuvo incidencia en el juego y la jugada pocas veces mejoraba tras pasar por sus botas. Lo más destacado fue un pase en profundidad a Rodrygo que dejó al brasileño solo ante Álvaro Valles en el minuto cinco de partido y que no acabó en gol debido a la gran intervención del cancerbero del equipo canario.
El sevillano no entendió lo que el equipo necesitaba y lo que el partido demandaba en los 59 minutos que estuvo sobre el césped. Ralentizó demasiado el juego del Real Madrid y durmió el balón en exceso minimizando la capacidad de sorpresa del ataque blanco, incapaz durante muchos minutos de penetrar la defensa del equipo de García Pimienta.
El equipo echó de menos a Bellingham
Las comparaciones son odiosas, como suele decirse, pero es irremediable que el aficionado madridista echase de menos a Jude Bellingham en Gran Canaria. Ni Ceballos ni Brahim estuvieron a la altura y aportaron lo que el inglés suele ofrecer al equipo: trabajo defensivo, energía en el ataque y clarividencia con el balón en el pie. Además de goles y asistencias (18 tantos y 8 pases de gol lleva el ex futbolista del Borussia de Dortmund entre todas las competiciones).
Un vacío enorme, demasiado complicado de llenar. Ceballos fue sustituido en el minuto 59 de partido junto a Brahim en la primera ventana de cambios lo que, de alguna manera, les señala como responsables del mal resultado que lucía en el marcador en ese momento. A partir de ahí, el Real Madrid fue capaz de encontrar la portería contraria con algo más de facilidad y el juego de ataque recuperó algo de fluidez.
Finalmente, los blancos consiguieron remontar el resultado y se llevaron los tres puntos en una salida complicada que Ancelotti tuvo que afrontar sin Bellingham. El equipo solventó la papeleta con una genialidad de Camavinga y Vinicius y un gol (otro más) a balón parado. Esta vez de Tchouameni. Noveno tanto del Real Madrid en este aspecto. La pizarra de Davide Ancelotti volvió a dar resultados positivos.