Carlos Rodríguez (20 años, 2004) gana galones en La Fábrica. El mediocampista del Real Madrid C está en un momento muy dulce con el segundo filial madridista. El valenciano cocinó el triunfo del pasado fin de semana contra la Unión Adarve. En un centro exquisito de Alejandro Moya, el pivote mandó su cabezazo entre los tres palos de Bellmunt y ofreció en bandeja los tres puntos a Joselu Sánchez.
En el campo, Carlos fue intransigente. Clave en todas las recuperaciones de su equipo, el valenciano sigue confirmando poco a poco en el segundo filial madridista. Carlis (así le llaman) es el escudero de Miguel Romera en el medio del campo. Cuando el almeriense se descuelga, el joven de 20 años siempre está cubriendo su espalda, cueste lo que cueste. Su actitud en el campo es ejemplar y lucha todos los balones posibles. Aprovecha bien su altura (oscila el 1’90) para proteger la pelota y tiene un exquisito juego de pies. Además, tiene llegada y mucho gol. A pesar del triunfo, el Real Madrid C sigue en apuros en Segunda Federación (13°, en puestos de playoffs de descenso) y se medirá este domingo 6 de abril al filial del Tenerife en Valdebebas (10:00).
La ruta de Carlos Rodríguez es atípica
Carlos llegó relativamente tarde a una cantera profesional. En 2020, con 16 años, después de una década en el Atlètic Amistat, el valenciano llegó a Mestalla para iniciar su etapa Juvenil. Allí, el mediocampista coincidió con Quique Ribes, el actual central del Real Madrid Castilla. Aunque en realidad, el zaguero y Rodríguez iban a clase juntos desde la guardería y estuvieron compartiendo canchas desde su más temprana edad. Durante tres años, Carlis vistió los colores del equipo che, antes de unirse en el verano de 2023 al Real Madrid.
El año pasado, el 5 ya estaba en el ‘C’ de Pau Quesada. En Tercera Federación, el ex canterano del Valencia disputó 1.185 minutos repartidos en 23 encuentros. Fue titular en 13 de ellos y recopiló dos zarpazos. Este curso, el pivote suma 24 choques y ha llegado a las 15 titularidades. A falta de cinco jornadas por finalizar la Segunda Federación, se espra a que Carlos sea un elemento crucial en el sistema de Joselu Sánchez.
Jugó con Gavi en el Barcelona
Sin embargo, Carlos pudo ser un jugador del Barcelona. En 2019, un año antes de fichar por el Valencia, el mediocampista vistió los colores azulgranas, aunque por unos breves días. En una semana de prueba con los culés, Carlis llegó a disputar un amistoso con la camiseta del Barça. Además, el pivote compartió el centro del verde con un tal Gavi.
Y no es la única curiosidad que esconde aquella breve etapa de blaugrana. Carlos disputó un amistoso contra el Juvenil de la Damm, equipo donde militaba otro ex canterano del Barça, un tal Víctor Muñoz, actualmente futbolista del Real Madrid Castilla. De hecho, Viti anotó el único tanto del encuentro.
Sus famosas tartas de queso, su obsesión con Kroos
Dentro del vestuario, Carlos es un tipo muy querido y es conocido por sel el «cocinitas» del equipo. ¿Su especialidad? Las tartas de queso ‘fitness’. Al mediocampista le encantan los postres de Álex Cordobés. No obstante, las creaciones del chef son demasiado calóricas. Entonces, Carlis encontró su manera de hacerlas «más saludables» y parecen ser un éxito, ya que todos sus compañeros le hacen encargos.
Carlos se cuida mucho. Esa obsesión viene desde que vio la rutina de Toni Kroos. En el último año del alemán como futbolista, Carlis tuvo el privilegio de ver cómo el ‘Kaiser’ se mantenía en forma. Sauna, masajes, estiramientos… el valenciano tomó nota de toda la rutina del ahora ex futbolista del Real Madrid y se la aplicó. Con 35 años, Kroos mostró un nivel que nunca se había observado antes en su carrera. Rodríguez «flipó» decidió tomar los mismos hábitos que Toni para llegar al máximo nivel.
Un alumno dedicado y una persona muy cercana
Al lado del fútbol, Carlos Rodríguez sigue con las clases. Siempre fue un alumno muy aplicado. «Suele sacar sobresalientes», cuentan. El medio estudia ADE y está apuntando en un curso, puesto a disposición por el Real Madrid, de Excel. Para Carlis, ser futbolista no implica dejar los estudios, siempre es importante tener una formación profesional al lado, por si acaso.
Por último, Carlos tiene una personalidad muy entrañable. Le gusta hacer equipo con sus compañeros y siempre le gusta hacer «piña». Le encantan los buenos restaurantes de carne por Madrid. Con sus amigos, Carlis es muy cercano y muy «gracioso». No llama mucho la atención, pero sí es muy divertido.
Carlos parece estar escribiendo su propia receta para el éxito, tanto en el fútbol como en su vida personal. Entre recuperaciones clave, tartas de queso «fitness» y una obsesión saludable por seguir los pasos de Kroos, Carlis demuestra que el talento, la disciplina y la cercanía pueden ser los ingredientes perfectos para un futuro brillante. ¿Será el joven valenciano el próximo gran nombre en Valdebebas? Sólo el tiempo lo dirá, pero si algo está claro, es que el valenciano no deja nada al azar.