Gareth Bale está sentenciado. Realmente lleva sentenciado muchos meses, pero la confirmación pública ha llegado junto a la convocatoria del Real Madrid para viajar a Mánchester, donde se enfrentará al City con la idea de remontar el resultado adverso de la ida. Zidane ha descartado para la gran cita tanto al galés como a un James Rodríguez que ya dejó de contar durante la disputa de la Liga.
La ausencia del colombiano sorprende lo justo, pero la no convocatoria de Bale llama mucho la atención. Más si cabe después de que completase al mismo ritmo que sus compañeros el último entrenamiento. Incluso, el club presumió de él publicando una foto suya en las redes sociales acompañada del siguiente comentario: “Despegando”. Pero para Zidane parece que ya da igual lo que haga. Gareth no cuenta para el francés y se lo ha hecho saber dejándole fue de la lista para un partido capital.
El Real Madrid se juega seguir vivo en Europa y, para añadirle una dosis extra de dificultad, tiene que remontar, pero Bale lo verá desde su casa. Zidane ha decidido prescindir de un jugador que ha sido protagonista en tres de las últimas cuatro Champions que ha conseguido el equipo blanco, pero con el que Zidane no cuenta.
La relación que mantienen Zidane y Bale no es mala, simplemente no es relación. El francés pasa del de Cardiff, al que le ha dado diferentes oportunidades, pero su actitud en el terreno de juego le ha sacado de quicio en demasiadas ocasiones, y Gareth lleva tiempo siendo consciente de que no tiene sitio y su forma de comportase en el banquillo durante los últimos partidos, donde igual se hace el dormido que simula mirar con unos prismáticos, así lo demuestra.
Pero la situación está lejos de resolverse rápidamente salvo que un club que satisfaga a Bale aparezca en las próximas semanas para llevárselo. Si no es así, aunque Zidane no quiere seguir contando con él y el Madrid esté dispuesto a regalarle, Gareth no se quiere mover y está dispuesto a cumplir su contrato en la entidad blanca.