Arda Güler ha encontrado esta semana su vitamina. Además, por partida doble. Por un lado, viene de jugar 170 minutos con su selección, Turquía, donde nuevamente ha sido trascendental, contribuyendo con un tanto y dos grandes actuaciones para las dos victorias de los de Vicenzo Montella en la fase de grupos de la Liga de Naciones. Y por otro, el turco sabe que si juega en algún momento del partido que se disputa en Vigo este sábado a las 21:00 horas se reencontrará con el equipo al que le marcó su primer gol con la camiseta del Real Madrid, el Celta.
Razones tiene Güler para animarse y recuperar una sonrisa que ha ido perdiendo en un inicio de temporada en el que no está contando con todos los minutos que le gustaría. El mediapunta ha estado en diez de los 12 encuentros que ha jugado el Real Madrid en lo que va de curso, pero su participación no ha sido demasiado extensa, ya que en siete de ellos salió desde el banquillo (291 minutos en total).
Sin embargo, el recuerdo que aún se guarda de Güler es el de ese jugador que a sus 18 años y tras superar un calvario de lesiones, sorprendió a todo el mundo en su primera campaña con el Real Madrid, anotando desde ese gol al Celta otros cinco. Además, lo hizo en un tramo en el que Carlo Ancelotti realmente le necesitaba, pues iba alternando titulares y suplentes ante la acumulación de partidos entre Liga y Champions League, con ambos títulos en juego que finalmente acabaron ganando.
Lo más probable, en función de cómo se desarrolle el choque, es que este sábado tenga minutos en Balaídos. Aunque no apunta a titular, Güler suele ser un fijo en la rotación de Ancelotti, que siempre le da su espacio para que empuje al equipo. La diferencia con la temporada pasada es que no está encontrando su hueco, lo que le dificulta aprovechar sus oportunidades. Lo diferencial del turco es que, por ejemplo, ese gol ante el Celta lo anotó en el único minuto que estuvo sobre el césped.
Arda Güler lo da todo para convencer a Ancelotti
Arda Güler se está empeñando en dejar claro a Ancelotti que está para mucho más. Que ya no está para ser el relevo de Luka Modric y si para ser un jugador con un peso mucho más importante dentro del equipo blanco. Un futbolista distinto por el que poco a poco debe ir creciendo el fútbol del Real Madrid. Los merengues tienen un problema a la hora de elaborar el juego y el otomano puede ser solución. Sólo hace falta que el italiano se atreva. Sí, que sea valiente y le ponga.
Ancelotti es un hombre de jerarquía. Respetable. No le ha ido mal en su carrera como entrenador. Siempre ha dejado claro que los jóvenes lo iban a tener más complicado si por delante había jugadores del primer equipo más veteranos que todavía podían rendir.
Pero Güler se está esforzando en marcar diferencias y derribar la puerta de su alineación. Y si para ello leyendas como Modric deben jugar menos, pues tendrá que ser así. Pero el joven jugador turco se ha empeñado en triunfar de blanco y siempre que tenga minutos, menos de lo que le gustaría en la entidad madridista, demostrar que es decisivo.