Aunque Arabia Saudí no se rinde en su sueño ‘imposible’ de llevarse a Vinicius, con cuyo entorno siguen manteniendo contactos regularmente, ahora se han fijado en Bellingham, igual que en Lamine Yamal, como otra de las estrellas que quieren atraer a su liga con vistas a la promoción del Mundial de 2034.
La tentación viene de Arabia. La política de expansión de la Superliga Saudí, diseñada por el propio gobierno, pasa por seguir atrayendo al mayor número de estrellas posibles. Cristiano Ronaldo abrió el camino, Neymar y Benzema le siguieron, Messi se resistió y ahora los responsables saudíes buscan nuevas estrellas para seguir potenciando su liga y, de paso, promocionar el Mundial que organizarán dentro de diez años, en 2034.
Su gran apuesta el verano pasado, el fichaje de Vinicius Júnior con el que pretendían reventar el mercado, resultó fallida. Al delantero brasileño le ponían encima de la mesa 1.000 millones de euros por un contrato de cinco temporadas pero Vini eligió quedarse en el Real Madrid, que nunca recibió una propuesta formal ni informal de los responsables de Arabia Saudí para fichar al crack brasileño.
La estrategia de Arabia Saudí
Los gestores del PIF, el Fondo de Inversión Pública Saudí que es dueño de los cuatro grandes clubes de la Superliga, no han cortado la relación con el entorno de Vinicius con el que siguen manteniendo conversaciones de manera informal y con cierta regularidad. Por eso saben que sacar a Vini del Real Madrid es, a día de hoy, imposible.
Y como no está en su diccionario la palabra rendirse ahora se han fijado en otro jugador del Real Madrid: Jude Bellingham. El inglés, otra de las grandes estrellas mundiales del club de Florentino Pérez, es aún más joven que Vinicius, por lo que encaja a la perfección dentro de esa expansión de la Superliga de Arabia Saudí en el medio plazo.
La oferta sería similar a la que tuvo en su día sobre la mesa el propio Vini o la que le trasladaron hace poco a Lamine Yamal: 1.000 millones por cinco temporadas. Y netos, por supuesto. Pero parece poco probable que Jude Bellingham, en mitad de su segunda temporada en el Real Madrid, cambie el Bernabéu por la Superliga de Arabia Saudí.
El ingles está llamado a convertirse con el tiempo en el líder indiscutible del Real Madrid. La temporada pasada cayó de pie entre la afición madridista y demostró que la camiseta blanca le sienta como un guante. Por eso se ganó una mejora de contrato para acercarle al de los dos futbolistas mejor pagados de la plantilla, Vinicius y Mbappé.
Bellingham no quiere irse
Bellingham está encantado en el Real Madrid y por su cabeza no pasa la idea de marcharse, sólo de seguir ganando títulos. Su enfado con Ancelotti por sustituirle en el minuto 88 de la final de la Supercopa ante Pachuca es una muestra bien clara de un jugador que quiere hacer historia y que no está dispuesto a desaprovechar ningún minuto para lograr su objetivo de convertirse en leyenda del Real Madrid.
Parece que, igual que con Vinicius, Arabia Saudí volverá a pinchar en hueso con Bellingham. Eso por no hablar de que su cláusula de rescisión es de 1.000 millones de euros y el Real Madrid no está dispuesto a rebajarla.
