Una de las anécdotas de la celebración de la Champions League del Real Madrid estuvo en la escolta del autobús de los madridistas. Uno de los policías que iban a caballo delante de la expedición era el padre de Dani Carvajal, policía nacional que formó parte de la comitiva que escoltaba al equipo en su ruta por las calles de Madrid. De La Almudena al Bernabéu, pasando por la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento y Cibeles. El sentido homenaje de Mariano a su hijo, goleador en la final de Wembley y al que vio ganar su sexta Copa de Europa.
Carvajal fue protagonista de la final de la Champions ante el Dortmund, puesto que se encargó de inaugurar el marcador. Como culminación perfecta a una temporada espectacular, el lateral derecho del Real Madrid logró darle a su equipo una nueva corona europea con un perfecto cabezazo que acabó en el fondo de la portería de Kobel.
Allí, en Londres, estaba presente su padre. Como en cada final, junto a varios familiares más, Mariano vivía in situ un nuevo éxito de su hijo. No era un triunfo cualquiera, puesto que Carvajal era el gran protagonista del encuentro, del que fue elegido MVP, y lograba entrar en la historia como uno de los únicos futbolistas en ganar seis Copas de Europa. Motivos más que de sobra para estar orgulloso.
El destino le tenía preparado algo que no esperaba. Su hijo Dani se convertía en el héroe de Wembley, con un golazo que sirvió para adelantar a los blancos en el marcador y darles una victoria que sentenciaría minutos después Vinicius. La 15 era una realidad y, ahora, le tocaba cumplir al padre del futbolista con su palabra.
El orgullo del padre de Carvajal
El que fuera encargado de llevarle diariamente a los entrenamientos en la ciudad deportiva cuando era un niño, durante su estancia en las categorías inferiores, mira ahora con orgullo el legado deportivo que está consiguiendo dejar Dani Carvajal en el club de su vida. Y como homenaje, escoltaba a su hijo y a sus compañeros hacia Cibeles, donde volvían a reunirse una vez más con la afición para ofrecerles un nuevo título.
Unas horas después de alcanzar la gloria en Londres, su padre aparecía en la fiesta del Real Madrid escoltando a su equipo. Algo que estaba pensado desde antes de que el jugador marcara. Como promesa y homenaje a su hijo por la posibilidad de seguir haciendo historia con el conjunto blanco en Wembley, ganando además la sexta Champions en su cuenta personal, Mariano Carvajal desfilaba delante del autobús que conducía a los madridistas a Cibeles.
Antes de la final, prometió a su hijo que, si conseguían ganar la Champions, él estaría presente en la comitiva que acompañaría al autobús del Real Madrid. Todo, a pesar de que hace tiempo que ya no monta a caballo. Para ello, el padre del futbolista ha estado preparándose en las últimas semanas y, una vez que su hijo cumplió con su parte, él hizo lo propio con la suya.
Iniciaba el recorrido en la Catedral de La Almudena, donde los madridistas se pasaban al autobús del equipo para poner rumbo a la Comunidad de Madrid. Ahí empezaba un trayecto que culminaría con la llegada al estadio Santiago Bernabéu. Antes, pasaban por el Ayuntamiento y, como no, por la Plaza de Cibeles. Ante la diosa, Nacho era el encargado de ofrecer el título y Carvajal uno de los protagonistas en los festejos.
Con la noche ya cayendo, los jugadores se bajaban de la pasarela instalada en el monumento. Allí, antes de volver al bus, Carvajal se acercaba a su padre y a los otros policías que formaban la comitiva y se hacía una foto con ellos. De ahí, pusieron rumbo al fin de fiesta en el Bernabéu.