James Rodríguez es uno de los quebraderos de cabeza que tiene el Real Madrid entre manos este verano. El colombiano, sin sitio en los planes de Zinedine Zidane y con uno de los contratos más importantes de la plantilla, está en la rampa de salida desde hace meses. De momento, no ha llegado ninguna oferta que satisfaga ni a la cúpula merengue ni al propio jugador, aunque no son pocos los clubes interesados en el cafetero.
Uno de esos equipos que le sigue la pista es el Manchester United. Es ya consabido el interés que despierta en Ole Gunnar Solskjaer, técnico de los Red Devils, el mediapunta blanco. Al noruego le gusta el fútbol del cafetero, su impacto en él, y estaría más que conforme si pudiera contar con James de cara a la próxima temporada.
Como en casi todos los clubes de Europa, el coronavirus también ha golpeado con crudeza a los ingresos del United y desvelan en The Sun que en los despachos de Old Trafford están esperando una rebaja sustancial en las pretensiones de los blancos para poder hacer una oferta real y equilibrada por el colombiano. El Madrid, que pagó 70 millones por él en 2014, espera recibir al menos la mitad de esa cuantía por un jugador que acaba contrato el próximo 2021 y que en estos momentos no está haciendo muchos esfuerzos por salir del Bernabéu.
El United no es el único interesado por James. Otros clubes como el Nápoles, el Atlético de Madrid o el Everton también han estado sondeando al futbolista en mercados anteriores y en los últimos meses. El que más lo ha proclamado ha sido un Carlo Ancelotti que lleva las riendas ahora de los toffees, aunque no es el destino predilecto del colombiano. Los colchoneros también están al tanto de su situación, aunque solo accederían a su fichaje si éste accede a rebajarse notablemente el sueldo: cobra 8,5 kilos anuales.
Como el Atleti, el United piensa en pujar por su fichaje si tanto el Madrid como el propio James bajan su caché a una posición más terrenal dadas las circunstancias. El rotativo británico reconoce que el club tiene otras opciones para esta demarcación –como puede ser Sancho– aunque ninguna tan económica como la que sería la del mediapunta del Real Madrid.