El Tottenham Hotspur es actualmente la salida más factible para Gareth Bale a pocas horas del cierre del mercado de fichajes invernal. El club londinense ha sido siempre una de las opciones más seductoras para el galés por su importante pasado allí. La operación siempre ha estado marcada por la complejidad económica de la misma, principal traba desde hace tiempo para que abandone el Real Madrid.
Según Daily Mail, dirigentes de los Spurs y el Madrid llevan semanas en conversaciones para tratar el posible fichaje del extremo. Hasta el momento no se ha llegado a ningún tipo de acuerdo para formular el regreso de Bale a la que fue su casa durante seis años. La llegada de José Mourinho al Tottenham no ha cambiado el interés por el galés, sino que lo ha pronunciado.
La principal traba que se encuentran en las negociaciones no es cuestión entre clubes y el precio de un traspaso o préstamo, sino las dificultades para cuadrar el abultado salario de Gareth Bale. El galés percibe actualmente unos emolumentos que no se pueden permitir en Londres ya que romperían notablemente los escalafones salariales de la plantilla de Mourinho. Pero, pese a la dificultad de la misma, la dirección del Tottenham no pierde la esperanza.
La esperanza sí la han perdido en la capital. En el Bernabéu están cansados de los reiterados problemas físicos de Bale, que ya acumula 100 partidos fuera por lesión. El galés promedia entre cuatro y cinco lesiones por curso desde que llegó a Madrid en 2013. Esta temporada ya lleva cuatro diferentes: un esguince de tobillo, una infección, una lesión en el sóleo y otra sin especificar. La premisa de los blancos este enero era estudiar cualquier oferta que llegara por él, aunque esta aún no ha llegado a materializarse. Su agente, Jonathan Barnett, siempre ha sido reacio a una salida.