Caroline Weir acaparó todo el protagonismo en el estreno liguero del Real Madrid, contra el Espanyol. La escocesa volvía tras la grave lesión que la mantuvo toda la temporada pasada apartada y lo hizo a lo grande. Qué manera de hacerlo, con un doblete de goles y otra asistencia en la goleada por 0-5 de las blancas. Más allá de la actuación estelar de Weir, marcaron Méndez, Athenea y Oroz.
El conjunto blanco subía el telón de la nueva temporada en la Liga F. Lo hacía con la puesta de largo de sus fichajes, que eran mayoría en el once de Alberto Toril. La gran plantilla que tiene este año el equipo, hace que futbolistas indiscutibles y de las mejores del mundo en su puesto, como son Toletti y Teresa, arrancaran en el primer encuentro de la presente campaña desde el banquillo.
Pero entre las novedades en la alineación llamaba la atención una: Caroline Weir. Casi un año después (345 días) de romperse el ligamento cruzado en un partido con Escocia, regresaba directa al once. La pasada temporada se notó muchísimo su ausencia desde la segunda jornada, mermando el rendimiento del equipo en todas las competiciones, sobre todo en Champions.
Tardó apenas media hora en demostrar porqué. Weir ha vuelto y quién diría que ha atravesado por una larga lesión que le ha mantenido un año apartada de los terrenos de juego. Volvió a vestirse de galáctica, como en su primera temporada, para sobresalir en el debut de las madridistas en Liga. Gol y asistencia en la primera parte.
En primer lugar, ponía un caramelo al área en un lanzamiento de falta lateral. El envío a María Méndez no pudo ser más preciso. La central –también recién llegada– puso la cabeza para superar a la portera Salvador, que se precipitó en exceso en su salida y no pudo hacer nada por evitar el primer gol de la internacional española con la elástica madridista.
Minutos después de asistir a Méndez, Weir volvería a aparecer para marcar. Lo hizo al aprovechar el rechace de un disparo de Eva Navarro desde la frontal. A la escocesa le cayó el balón estando escorada a la izquierda y, con un sutil toque, cruzó el esférico para poner tierra de por medio en el marcador. Pudo certificar su doblete en la segunda mitad, con un disparo soberbio que sacó por alto Salvador.
Weir vuelve a brillar con el Real Madrid
También se echaba de menos la sociedad que formaba la escocesa con Athenea. En la segunda parte, las dos estuvieron un cuarto de hora sobre el césped, hasta que fueron cambiadas en el 62′, tiempo de sobra para dejar claro que, a pesar de estar un año desconectadas, siguen entendiéndose a las mil maravillas. La cántabra entró por la izquierda, le metió un balón entre líneas perfecto a Weir para dejarla sola y para firmar su doblete particular.
Instantes después era la propia Athenea la que aprovechaba un balón de Oihane para matar definitivamente el partido, poniendo el 0-4. Pudo ampliar la renta Alba Redondo, que perdonó los que hubieran sido sus dos primeros goles como madridista. La que no lo hizo fue Maite Oroz, que cerró la manita en el tramo final del partido.