El Real Madrid tiró de casta para empezar el año de la mejor forma posible, con una victoria en casa ante el Madrid CFF. Todo, cuando parecía que una vez más las de Toril acabarían cayendo. El gol de las visitantes en el 91′ hacía pensar que nada había cambiado en este arranque de 2024, pero aparecieron Ivana y Moller en un largo descuento para darle la vuelta al marcador y regalarle al conjunto blanco una merecida victoria.
Tres puntos más que necesarios, después de lo que han vivido en los últimos meses. Fuera de Champions a las primeras de cambio y con serios problemas en Liga F, las madridistas necesitaban borrar las dudas surgidas al término del 2023, una vez que han ido saliendo efectivos de la enfermería. Consiguieron hacerlo, aunque el triunfo se hizo de rogar, puesto que estuvieron negadas de cara a puerta durante todo el encuentro, hasta que en el descuento apareció ese ADN impreso en el escudo para sumar algo más que una victoria.
Y es que no han sido nada buenos los dos últimos meses en Valdebebas. El Real Madrid se ha visto inmerso en la peor crisis de su corta existencia con sólo dos triunfos en los últimos ocho encuentros. Un bagaje que las ha llevado a caer en la fase de grupos de la máxima competición tras jugar únicamente cuatro partidos, al no ser capaces de sumar más que un punto. La derrota ante el París FC en el Di Stéfano puso fin a un 2023 que acabó de la peor forma y frente al Madrid CFF tocaba comenzar con paso firme.
Para ello, Toril introdujo varios cambios en el once. Volvían por fin de inicio Linda Caicedo, Feller y Toletti, a las que se sumaban Kenti y Oroz. Pero la gran novedad estaba en una de las rotaciones de Toril, puesto que dejaba en el banquillo por segunda vez este curso a Tere Abelleira, que desde el Mundial ha sido una de las piezas más fijas del equipo.
Las madridistas trataron de buscar la portería de Ulloa durante todo el encuentro, si bien en la primera mitad no consiguieron ni siquiera intimidar a la guardameta. La buena defensa del otro Madrid impidió a las blancas dar una alegría a su afición durante los primeros 45 minutos, ni por medio de Feller, ni de Athenea, que fueron las más activas en ataque. Sí que se pudieron llevar un disgusto si Kundananji hubiera conectado un buen disparo tras ganar en velocidad a Kathellen y plantarse frente a Misa.
En la segunda mitad, se lanzaron aún más las locales, por medio de una incansable Athenea y con una Olga que intentó de nuevo cargarse el peso del equipo a la espalda. La sevillana estrelló su ocasión más clara en la madera, lo que confirmaba una vez más la negativa madridista de cara a puerta. Algo que ha sido más que evidente en los últimos meses.
Y volvió a evidenciarse más si cabe esa negativa cumplido ya el 90′. Como ha sido habitual desde que el equipo entrara en crisis, lanzadas a por la victoria, sufrieron un duro golpe en los últimos minutos en forma de gol. Libran adelantaba a las visitantes y hacía que los fantasmas volvieran a sobrevolar por Valdebebas.
Remontada en el descuento
Sin embargo, quedaba tiempo para la reacción de las madridistas. Siete de añadido eran suficientes para que las de Toril encontraran todo el acierto que les había faltado durante el resto del encuentro y así sucedió. Tirando de épica, el Real Madrid se levantó cuando parecía muerto y lo hizo a través de Ivana y Caroline Moller.
La capitana apareció en el minuto 95 para mandar a guardar un centro desesperado de Oihane. Entró con todo de cabeza y logró superar a una Ulloa que había salvado a las suyas durante buena parte del encuentro. El punto era un mal menor por cómo se habían desarrollado los acontecimientos en el tramo final, aunque habría tiempo para más.
El conformismo no va con la entidad madridista y sumar de uno suponía caer de las tres primeras plazas, agravando la ya delicada situación en la que se ha visto inmerso el equipo desde noviembre. Por ello, fueron a por más y encontraron un merecido premio a la insistencia a la salida de un córner. Del centro lateral llevaba la prolongación de Raso con la testa, para que cabeceara al fondo de la red Moller.
La danesa ponía el 2-1, desataba la locura en Valdebebas, daba tregua a la crisis y hacía valer aquello de no rendirse hasta el final. El Real Madrid se reencontraba con la victoria para comenzar el 2024 con mejores sensaciones y para llegar con otra cara a la primera eliminatoria de Copa de la Reina ante el Betis y a la semifinal de la Supercopa, que jugarán en 10 días ante el Barcelona en Butarque.
