Raúl González Blanco progresa adecuadamente en el banquillo del Real Madrid Castilla. El técnico del filial madridista está demostrando esta temporada que su equipo puede pelear por el ascenso con un estilo propio y una gran personalidad que casa a la perfección con la del 14 veces campeón de Europa. El segundo equipo blanco es tercero en el Grupo I de Primera RFEF a tan sólo un punto del líder, el Córdoba. Los madridistas han encadenado una racha de 11 partidos sin conocer la derrota en la que han demostrado un gen competitivo que se asemeja con el que tenía el técnico cuando defendía con orgullo el número ‘7’.
Raúl sigue creciendo desde el banquillo del estadio Alfredo di Stéfano, donde está cumpliendo los objetivos con el Castilla. El reto del técnico madridista a principio de temporada no era otro que pelear por el ascenso a Segunda. Por este motivo, pidió, por no decir que exigió, al departamento deportivo del club que no dejasen salir a talentos como Sergio Arribas o Rafa Marín. Futbolistas que se han mantenido para dar galones a un equipo competitivo que está llamado a pelear por absolutamente todo.
Tras un primer año en el que Raúl y sus chicos se aclimataron a la complicada Primera RFEF, el reto es pelear por subir a Segunda esta temporada y lo están cumpliendo a la perfección. Durante el verano se ha reforzado todas las líneas. A la portería regresó Mario de Luis tras brillar con el Xerez. El madrileño se ha hecho con la titularidad. En la defensa se mantienen piezas importantes como Rafa Marín y otros como Vinicius Tobias han dado un paso al frente. En el centro del campo continúan hombres como Sergio Arribas o Peter Federico, mientras que el ataque mejora con la llegada de Noel López, Álvaro Leiva y, especialmente, Iker Bravo. Además, no se puede olvidar a Álvaro Rodríguez.
Raúl ha juntado un gran grupo que está sabiendo competir y está permitiéndole demostrar que sigue creciendo en los banquillos. El ex jugador está feliz en Valdebebas y es plenamente consciente de que desde el estadio Alfredo di Stéfano tiene más sencillo dar algún día el salto al banquillo del primer equipo que desde cualquier otro sitio. Por este motivo, ha dicho «no» a ofertas de élite en los últimos meses y su reto sigue siendo formarse para aspirar en algún momento a dar el salto.