El Real Madrid ha podido colmar, después de meses de negativas y estrategias de ahorro, sus expectativas con el puesto de pívot. Alex Tyus ya es jugador madridista después de que la entidad oficializara su llegada hasta final de temporada, procedente del Galatasaray. El norteamericano es un jugador experimentado, potente y con capacidad de dar descanso a Tavares, el principal objetivo de la dirección deportiva. A priori, cumple con todos los requisitos, pero su labor para el madridismo también será la de recordar a un jugador que caló hondo entre la afición como Marcus Slaughter. Y Tyus, pese a compartir similitudes con el ’44’, no lo tendrá nada fácil.
Con 203 centímetros de altura, Tyus comparte un teórico problema con Slaughter. Ambos son pequeños para el puesto de pívot. Pese a ello, su actividad constante y la potencia de la que hacen gala les ha permitido subsanar este déficit e incluso convertirlo en virtud en sistemas como los de Pablo Laso, al que le encantan los centers móviles y capaces de jugar por encima del aro. Un pívot perfecto… aunque ya no esté en su mejor momento.
Dadas las circunstancias y añadiendo que el jugador se encuentra en forma al haber competido los dos pasados meses en el Galatasaray, la llegada de Alex debería considerarse como un win-win de manual para la sección. Pero Tyus ya es todo un treintañero y su explosividad ha caído de forma lógica con el paso de los años. El norteamericano cumplirá 33 este viernes y en el Madrid tienen claro lo que pueden esperar de él.
La elección de Tyus se basó en tres pilares. El primero, su pasaporte comunitario, israelí después de sus años en Maccabi. Además, su experiencia y forma física para aportar desde ya fueron puntos clave para decantarse por un jugador que competía con otros como Gustavo Ayón, también buenos y baratos, y en el caso del mexicano, que además conocían la casa. La movilidad del jugador también juega un peso importante, pero a la espera de cómo pueda adaptarse Tyus a los sistemas especiales de un Laso más intervencionista que nunca.
Tyus ya no es ‘un Slaughter’
Volviendo a la comparación con Slaughter, Laso utilizaba al norteamericano principalmente en dos facetas defensivas. En primer lugar se inició como el ancla en una defensa dada a cambios constantes y en el que en ocasiones se emparejó con pequeños con un notable como nota. Más tarde, el técnico puso en práctica una defensa en zona que tenía como punta al center, una maniobra novedosa y que ha podido repetir, aunque sólo Taylor, un alero, pudo adaptarse a un rol para el que Tyus, a estas alturas de su carrera, no parece preparado.
Tyus sí ha demostrado la explosividad necesaria en muchos tramos de su carrera, y el Real Madrid, en citas clave ha sido víctima de ellos. En plenitud, Alex era uno de los jugadores más espectculares del continente y de ello se benefició Maccabi, donde conquistó una Euroliga en 2014 como actor principal… ante su actual equipo. Su capacidad de jugar por encima del aro y aguantar a casi cualquier par en defensa le llevaron a unos números que se resumen en 12 puntos, 11 rebotes y 3 tapones, y que hacen justicia a las cualidades de un jugador diferencial en el contexto adecuado.
Un juguete para Laso
Tyus ya no es el jugador de hace siete años, pero puede seguir siendo útil para una hipotética segunda unidad madridista, necesitada de un refuerzo interior que se ha ido atrasando por motivos económicos, derivados de la pandemia. «Alex Tyus es un tipo con mucha experiencia en Euroliga. Posiblemente es un jugador al que necesitábamos desde principio de temporada porque vamos a matar a Tavares», afirmó Pablo Laso recientemente, seguro del fichaje del norteamericano al igual que lo estuvo del de Ante Zizic, de otro perfil y, sobre todo, otro potencial –23 años y procedente de la NBA–, pero cuyo contrato no fue firmado por el club cuando el croata ya estaba preparado en verano para vestir la elástica blanca.
La economía es, lógicamente, una prioridad dentro de un club ejemplar en este aspecto, por lo que al igual que el fichaje de un ‘5’ era necesario tras la lesión de Randolph –y el regreso de Thompkins al ‘4’– también lo era que este fuera barato y preparado para aportar rendimiento inmediato. En esas claves, Tyus se ajustaba a la perfección, y puso de su parte para ello. En primer lugar, no tuvo problema para desvincularse de Galatasaray, con quien había firmado en diciembre, y hacerse cargo de una cantidad –en torno a los 120.000 euros– en forma de cláusula de salida. Todo para jugar en el Real Madrid, donde llega con un contrato de seis meses y dispuesto a ganarse su continuidad en la pista un año más. A priori es el sustituto perfecto para Tavares, siempre y cuando se le pidan tareas acordes a su caché actual y no al del caboverdiano… o el Slaughter de 2015.