El Real Madrid recuperó la estrella en Belgrado. El equipo de Pablo Laso dio un golpe sobre la mesa tras imponerse al Estrella Roja (67-73) gracias a un genial actuación en los dos últimos cuartos en el que recordó al equipo blanco dominador de antaño. El conjunto blanco respira en Euroliga y sumó su cuarta victoria para acercarse a los primeros puestos. Trey Thompkins fue el máximo anotador del conjunto blanco con 14 puntos.
Después de un inicio pernicioso que se saldó con un bagaje de 1-4 en contra y la sensación de que el Real Madrid de este año no estaba loco por la música, el equipo de Pablo Laso pisó Belgrado con la oportunidad de poner igualar estadísticas. Una cuarta victoria en Euroliga y un parcial de 10-0 en Liga Endesa edulcoran el futuro a corto plazo de un club que puede quedarse sin Campazzo en los próximos días. El argentino pondrá rumbo a la NBA el próximo 22 de noviembre y el hueco que dejará es demasiado importante como para pensar con grandes hitos en Europa. Así que, por el momento y a la espera de un esbozo de ilusión en forma de fichaje, con victorias las penas son menos.
Pero los primeros minutos no hicieron presagiar algo bueno. El Estrella Roja, movido por un genial Jordan Loyd llegó a ponerse con +11 (21-10) en un genial primer cuarto para los locales. Volvía a asomar la peor versión en Euroliga hasta que Carroll entró en la pista para cambiar el signo del partido. Cuatro puntos del americano y el buen aporte ofensivo de Thompkins valieron para recortar la distancia y poner al Real Madrid dos abajo (21-19). Finalmente, los primeros diez minutos acabaron con +5 para Estrella Roja tras un triple de Walden sobre la bocina. Más que esa diferencia, lo relevante era que el equipo madridista había salvado un partido que parecía que se le iba en el primer cuarto.
Cuando parecía que el Real Madrid había vuelto para quedarse en el partido volvió a dejarse. El equipo de Pablo Laso llegó a estar incluso 11 abajo (38-27) y, como sucedió en el primer cuarto, el conjunto blanco sólo reaccionó cuando vio que el partido se le complicaba. Finalmente, el Real Madrid se fue seis abajo (42-36) después de tres intentos de triples fallidos. El equipo madridista estaba jugando con fuego pero estaba dentro del partido. La buena noticia: tenía mucho margen de mejora. Entre ellos Campazzo, que se marchó a los vestuarios con cuatro puntos, y 0 de 4 en triples.
Campazzo y Llull acuden al rescate
Para romper la estadística, el argentino abrió el tercer cuarto con un triple que unida a una canasta de Tavares (tras una gran asistencia de Abalde) puso al equipo blanco a un punto. El Real Madrid estaba más vivo que nunca y Llull apareció para poner al equipo por delante. Ambos equipos intercambiaban puntos y la igualdad reinaba en el marcador pero lo más relevante es que Campazzo estaba dentro y lo demostró con un triplazo imposible (acabó con 1 de 9). Y también Llull que puso al Real Madrid cinco arriba (46-51) con una mandarina marca de la casa de las que hacía tiempo que no se veían. Otra de tres de Randolph aumentó la ventaja hasta los 8 puntos. El mejor Real Madrid volvía en Belgrado con una fiesta del triple digna de otra época. Jordan Loyd tiró del carro para recortar distancias y un último triple de Abalde puso a los blancos seis arriba (53-59).
Una canasta de Jordan Loyd a poco más de cuatro minutos para el final puso al Estrella Roja a un punto y otra de Corey Walden puso a los balcánicos +1 (65-64), hecho que obligó a Pablo Laso a parar el partido de ipso facto. Thompkins, con dos triples consecutivos, volvió a poner a los blancos arriba a falta de tres minutos (65-70). Todo pintaba al blanco pero confianzas las justas. Y más en Belgrado. Finalmente, el Real Madrid recuperando su estrella sin sufrimiento. El Real Madrid siempre vuelve. El de fútbol… y el de baloncesto también.
