El Real Madrid sumó su segunda derrota consecutiva como local en Euroliga, tras caer ante Estrella Roja (77-79) en un encuentro en el que los blancos tuvieron que ir a remolque y, aunque tuvieron pelota para ganar, no pudieron culminar la remontada. Rudy Fernández, que fue el máximo anotador del equipo blanco en la noche del lunes, se marchó lesionado de la espalda en un encuentro en el que el Madrid echó de menos una referencia ofensiva sobre la que rodear su juego, y acabó pagándolo con la derrota.
Al Madrid no le salió nada, en un día extraño en el Wizink Center. Entre la nevada y el temporal Filomena, que han congelado la capital, y lo extraño de jugar un lunes, el equipo de Pablo Laso se vio en lo desconocido en un encuentro en el que la cosa de puso cuesta arriba desde el primer momento. Walden, a los mandos de la anotación, se postulaba como MVP de la contienda para, con la ayuda de Dobric, estirar minimamente una diferencia moderada, pero que sorprendía teniendo en cuenta el favoritismo del Real Madrid.
Por su parte, Laprovittola sacaba su mejor cara ofensiva en la dirección, pero daba la de cal en el tiro, con un 2/9 que ejerció de contrapeso a las 10 asistencias repartidas, que culminan un doble doble aderezado también con otros tantos puntos. Tavares, al igual que el base argentino, superó la media hora de juego con una nueva actuación destacada, pero sin la inspiración anotadora que tanta falta le habría hecho al Madrid, ansioso de una referencia en ataque que no encontró con continuidad.
Tras el descanso, la tónica continuó y Laso, desde la pizarra, trató de modificar las cosas para darle la vuelta al marcador. Rudy se destapó, un día más en esa posición de ala-pívot en la que a priori parecería una utopía verle rendir, pero de la que saca réditos a base de rapidez e inteligencia. También se sumaron al intento de remontada Taylor y Thompkins, ante una ventaja que comenzaba a decrecer con la llegada de los últimos minutos de partido.
Lesión de Rudy y bola para… perder
Estrella Roja parecía tenerlo atado, pero la siempre complicada tarea de cerrar el partido se le atragantó a los serbios, que en el último minuto pudieron ver como la derrota volaba entre la nieve madrileña. Rudy, en ese instante, tenía que retirarse con ostensibles gestos de dolor tras una feísima caída, fruto de una falta –antideportiva– de Lazic. Los balones iban y venían y el último iba a ser para Taylor, para empatar o ganar, pero su lanzamiento no entró y el Madrid, de forma irremediable, no podía con el temporal y suma su segunda derrota consecutiva como local en Euroliga.