San Pablo Burgos dio la campanada en la segunda jornada de esta Fase Final Excepcional de la Liga Endesa, que decidirá al campeón de la ACB, al superar al Real Madrid por 87-83. Los blancos se complican la vida en esta competición justo antes de enfrentarse a Valencia Basket el próximo lunes, en un duelo que deberán ganar sí o sí para seguir dependiendo de sí mismos para estar en semifinales.
Tras la victoria contundente frente a Herbalife Gran Canaria en el estreno llegaba el equipo de Joan Peñarroya, un hueso duro de roer. Los blancos comenzaron muy enchufados con un parcial de 2-12 en los primeros minutos que les permitía tener una buena ventaja nada más empezar.
A San Pablo Burgos le costó quitarse los nervios iniciales de jugar contra el gigante y actual campeón de la Liga Endesa, el Real Madrid. Pero los de Laso se relajaron y lo aprovecharon los azulones para endosarles un parcial de 2-16 para darle la vuelta al marcador y ponerse por delante (18-14). Eso obligó al técnico madridista a pedir tiempo muerto para frenar a los de Peñarroya y dar un toque de atención a los suyos a poco más de 3:30 para el final del cuarto.
Al final el Madrid reaccionó y se marchó uno arriba (22-23) tras el primer cuarto. Pero San Pablo no dio su brazo a torcer y consiguió aguantar las embestidas del conjunto madridista para irse tres arriba al descanso (44-41). La clave estaba en el rebote. Los azulones se hicieron fuertes en esa faceta y consiguieron lo que parecía imposible, ganarle al Madrid en la pintura.
Tanto Tavares como Laso se motraban muy cabreados antes de emprender el camino de los vestuarios. El Madrid había recibido 44 puntos en el primer tiempo, demasiados si querían ganar el partido. Debían cerrar el rebote y apretar en defensa para darle la vuelta al encuentro y sumar su segundo triunfo. A la vuelta de vestuarios todo seguía igual. Tras unos minutos de tanteo, San Pablo Burgos metió la directa y le endosó un parcial de 12-2 para ponerse 10 arriba (65-55).
Laso tenía que pararlo otra vez. Pero el tiempo muerto apenas surtió efecto y un triple de Llull en los últimos segundos del tercer cuarto permitió al Madrid seguir en el partido de cara a los 10 últimos minutos (68-62). El campeón no se encontraba cómodo en ataque, le costaba un mundo atacar con sentido y mucho más anotar, faltaba fluidez en el juego. Por suerte aparecieron dos pilares fundamentales en este equipo, Tavares en defensa y Llull en ataque.
La intimidación del pívot caboverdiano en el último cuarto fue clave para recortar distancias. Comenzó a cerrar la pintura, a coger rebotes y a San Pablo Burgos le empezaba a costar un mundo anotar y encontrar buenas situaciones de tiro. Eso permitió al Real Madrid darle la vuelta al marcador y colocarse 72-74 ayudado por los puntos de Rudy y Llull con un parcial de 15-4.
El Madrid reacciona pero tropieza
La igualdad era máxima. Los azulones no se rendían ante un Madrid que no terminaba de encontrarse del todo cómodo. Ferran Bassas sentenciaba desde el tiro libre a falta de siete segundos. Les quedaba una mínima opción a los de Laso pero Randolph la desperdició con un mal pase en el saque de fondo y San Pablo Burgos confirmó la sorpresa. Es la primera victoria de la historia del cuadro castellano-leonés frente al Real Madrid, que tropieza justo antes de medirse a Valencia Basket en la próxima jornada.
Tras este traspiés, el Madrid ya no se puede permitir otro fallo y cada partido será una final. Valencia es a priori el rival más difícil del grupo, aunque el cuadro de Pablo Laso se le da bastante bien jugar frente a los taronja. Queda prohibido volver a perder o de lo contrario se podrían complicar su pase a las semifinales de la Fase Final de la Liga Endesa.
