El Real Madrid sufrió el domingo una dolorosa derrota en la prórroga ante el Bilbao Basket. El equipo de Pablo Laso se olvidó de ella a través de un festival ofensivo en la Euroliga en su duelo con el Khimki. Los blancos coquetearon con batir su récord anotador en la competición tras lograr 65 puntos en la primera mitad.
El equipo madridista salió como un ciclón en el Palacio de los Deportes ante unos rusos a los que les duró la gasolina un cuarto. En cuanto a Shved se le empezó a mojar la pólvora, el Madrid aceleró y aceleró hasta conseguir 34 puntos en el segundo periodo. Especialmente destacada fue la contribución del juego interior blanco con Randolph liderando a los anotadores con 19 puntos, 15 de Tavares, 12 de Mickey y nueve del renacido Thompkins.
El Khimki intentó mantener el orgullo, aunque llegó a ir perdiendo de 40 puntos en un Palacio que se lo pasó en grande con los tapones de Tavares y las acrobacias de Campazzo. El 13 de 22 en tiros de tres puntos habla por sí solo de cómo se las gastó un Madrid que se dejó llevar en el último cuarto para beneficio de un Khimki que maquilló el marcador.
Los blancos encadenan cuatro triunfos consecutivos en la Euroliga y ya se asientan como unos de los equipos de play-offs tras un inicio en el que fueron en negativo en la competición. Los blancos afrontarán este viernes una prueba más seria recibiendo a los vigentes campeones del CSKA de Moscú. Será la hora de verdad si los de Laso están en su punto de forma idóneo.