Chus Mateo se ha ganado a pulso la continuidad en el banquillo del Real Madrid de baloncesto. En el club blanco los títulos lo son todo y es por eso que su sufrimiento por corresponder a las exigencias tanto de dentro como por parte de la afición madridista le han llevado a una situación límite al término de la temporada. El madrileño estaba obligado a conquistar la Liga Endesa, y vaya si lo ha hecho.
En su tercera campaña al frente del primer equipo ha conseguido llevar a una plantilla totalmente renovada a inicios de curso a su mejor momento en el último mes de competición. Tal era el estado de forma de los suyos que sólo han cedido un partido en los play off y han arrasado al Valencia Basket en la final por el título sin esperar más allá del tercero de la serie.
Un contundente 3-0 que se suma al resto de victorias para componer una abrumadora cifra de 39 triunfos y tan sólo 5 derrotas en Liga. Unos números que en cualquier banquillo valdrían más que de sobra para conservar en el puesto y en algunos casos para firmar un contrato vitalicio. No es el caso de Chus Mateo, que al igual que sus antecesores cuenta con una espada de Damocles llamado Real Madrid, el club más exigente del mundo.
Si hasta uno de los jugadores, Mario Hezonja, expresa esa necesidad de ganar todos los títulos posibles, cómo no lo va a hacer la cúpula directiva. «Es un título, pero no puede justificar la mierda que hemos hecho todo el año», decía en el vestuario a Movistar +. La ambición desmedida del croata, alegre a medias en el día más feliz de la temporada, refleja la del propio club, que a día de hoy valora la continuidad del técnico de 56 años.
Chus hace oídos sordos de todo el ruido del exterior que retumba desde dentro y se centra en mantener la faceta que le lleva caracterizando desde su primer día, la de currante y ganador. Su estreno en el banquillo allá por septiembre de 2022 lo marcó un título, la Supercopa de España. Desde entonces ha levantado cinco más (otra Supercopa al año siguiente, Euroliga 2023, Liga Endesa 2024 y 2025 y Copa del Rey 2024).
Chus Mateo vive en una incógnita
De hecho, la pasada noche del miércoles superó los cinco trofeos de Ignacio Pinedo y se colocó como el cuarto entrenador más laureado de la historia del club en sólo tres temporadas. En la cima, si le dejan, le esperan Pablo Laso (22), Lolo Sainz (22) y Pedro Ferrándiz. Chus Mateo acaba de poner fin a su temporada más dura como técnico, una en la que desde el principio tuvo que conjugar las críticas por las derrotas con un grupo que se estaba conociendo y con el que pidió paciencia.
Los fichajes se adaptaron y los líderes se enchufaron y se sumaron nuevos adeptos. El resultado, un final de Liga antológico y el mejor Real Madrid de los últimos tiempos, al menos en el aspecto defensivo, el que más demanda el propio Chus. Todo ello mientras arrastraba y arrastra la sombra de un Sergio Scariolo que espera su oportunidad desde el otro lado de la cancha, literalmente (es comentarista de Movistar + en varios partidos del equipo blanco).
Lo que suceda en las próximas semanas es un auténtico misterio, pero en medio de toda la incertidumbre hay una gran certeza, y es que Chus Mateo está encantado de ser entrenador del Real Madrid y bajo ningún concepto va a dejar de trabajar si le permiten cumplir ese último año de su nuevo contrato firmado el pasado verano hasta 2026. Sus lágrimas de felicidad al conquistar el título y su tranquilidad para hablar abiertamente de su situación, espejo de su modus operandi en un vestuario nada fácil… menos si cabe este curso.