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Villarreal - Atlético: Jornada 29

Ünal descarta al Atlético (2-1)

El Atlético de Madrid se bajó del barco de la Liga después de perder por 2-1 frente al Villarreal en el Estadio de la Cerámica. Los rojiblancos se adelantaron gracias a un gol de penalti de Antoine Griezmann y Enes Ünal le dio la vuelta al marcador en los últimos diez minutos dejando completamente tocados a los hombres del Cholo Simeone.

Casi aún sin digerir la grave lesión de Filipe Luis durante el choque frente al Lokomotiv, el Atlético ya estaba iniciando otro nuevo partido. La portería volvía a ser para Jan Oblak, en la línea de cuatro defensas estaban Vrsaljko, Giménez, Godín y Lucas. Simeone optó por un medio con Thomas, Saúl, Koke y Correa, y por delante Diego Costa y Antoine Griezmann. Los once saltaron con una camiseta dando ánimos al brasileño, señal de apoyo a la que se unió Sergio Asenjo, que entiende mucho de esto: recibir un duro golpe y volver como un héroe y un ejemplo a seguir.

Nunca ha sido un rival fácil el Villarreal para el Atlético de Madrid. El Submarino siempre le ha puesto muy complicadas las cosas al Cholo y a sus hombres. Y esta vez no sería diferente. Partido intenso en el que parecía que ambos equipos se habían intercambiado los papeles. Los colchoneros la tocaban casi como la España de Luis Aragonés y en cambio, los locales eran intensos como el propio Atleti de Simeone.

Pasado el cuarto de hora de partido llegó el punto de inflexión que rompió la igualada en el marcador. Un penalti, más que dudoso, de Jaume Costa a Antoine Griezmann permitió al delantero francés inaugurar el marcador desde los once metros. El balón a un lado y Asenjo al otro. Los jugadores del Atlético a línea de fondo a celebrarlo y los del Villarreal al medio del campo para sacar de centro.

La vida no sigue igual

Las cosas ya no son como antes. De un tiempo para aquí, el Atlético ya no se contenta con una mínima ventaja. Lo de conformarse con el unocerismo ya queda atrás. Un argumento menos para aquellos que tildan al Cholo Simeone de cagón. Y como esa mentalidad ya es pasado, los colchoneros continuaron de la misma forma con la que saltaron al verde. Pudo llegar el segundo, pero el poste se interpuso en el camino del balón a la red después de un buen disparo de primeras de Koke.

Con el 0-1 se llegó al intermedio y en la reanudación los de Javi Calleja quisieron comerse el mundo. Oblak blocó un disparo lejano de Mario Gaspar, de esos que le encantan al lateral diestro. Pero el Atlético no se achantó. Lo habitual hubiese sido que los rojiblancos se colgasen de su portería, pero continuaron buscando el segundo, aunque eso sí, cuando el Submarino tenía la pelota, el nivel de repliegue de los colchoneros era envidiable.

Rodri supera el examen

El Villarreal no se arrugaba. No quería permitir que el Atlético se llevase los tres puntos del Estadio de la Cerámica. Con sus jugones, como Manu Trigueros, Fornals o Raba, trataban de generar alguna ocasión para que Bacca fuese uno de los privilegiados que puedan presumir que han batido a Oblak esta temporada en dos ocasiones. No llegó el tanto del colombiano, al que intentaría ayudar Ünal en los últimos minutos. Cosa que hizo poniendo el empate en el minuto 81 con un soberbio testarazo y haciendo el segundo en el 91′.

Pero si había un nombre que resaltaba por encima de cualquiera era el de Rodrigo Hernández. El bueno de Rodri está de dulce. Se estrenará con la Selección durante este patrón internacional. Pero por si fuera poco, pasó con nota el examen del Atlético. El mediocentro, formado en la Academia rojiblanca, será futbolista colchonero la próxima temporada y este partido era una ocasión para irle demostrando a Simeone que tiene hueco en sus planes. Robó, luchó, combinó, tiró a puerta…vamos, todo lo que se necesita para jugar en el cuadro madrileño.

Todo era agua… hasta que entró Ünal

Como si del mitico Hundir la flota se tratara, cada intento del Villarreal era agua. Y cuando acumulas bastantes sin dar en un objetivo, te empiezas a calentar. Algo parecido fue lo que le sucedió a los locales, que veían pasar los minutos con el Submarino tocado y como el portaaviones colchonero seguía intacto. Bacca tuvo hasta tiempo para reclamar un penalti, pero, una vez más, agua.

También había del líquido incoloro para el Atlético. Los de Simeone eran incapaces para hundir por completo el Submarino. Griezmann erró una clara ocasión que bien podía significar la sentencia. El francés mandó al segundo anfiteatro un disparo desde la frontal del área, que no era del todo complicado. A estas saltó al campo Vitolo para seguir demostrando que cada día que pasa esta dos pasos más cerca de su mejor nivel.

Y también lo hizo Gabi. Sustituyendo a Griezmann. Justo un minuto antes de que Enes Ünal igualase la contienda. Poco margen de maniobra para el Atlético, que tenía enfrente a un Villarreal que creía más en ganar la partida y hundir todos los barquitos rojiblancos. Como en estos juegos tiene que ganar uno, lo hizo el que más confió. En tiempo de descuento, el delantero turco sólo tuvo que empujar el balón al fondo de la red para acabar la partida con victoria. Ya no podía ir a peor, pero lo fue. Vitolo se autoexpulsó y Simeone tendrá un jugador menos en la próxima jornada.