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REAL MADRID VS ALL STAR-MLS

Al Madrid se le encasquilla el gol

  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

El Real Madrid perdonó una goleada de escándalo en su último compromiso de la gira americana frente al combinado de la MLS. El técnico madridista estuvo con los minutos de sus chicos como el gordo de la Lotería de Navidad: muy repartido. Dominio absoluto del equipo de Zidane, que acumuló un saco de ocasiones, pero al que se le encasquilló el arma precisamente en la tierra de Al Capone. Mayoral hizo el 1-0 ya en la segunda mitad y Dwyer igualó a la salida de un córner en el 86.

En el último concierto de la gira americana Zidane no quería dar el cante. En busca de su particular operación triunfo, el técnico del Real Madrid revolucionaba el once titular –ya lo había avisado en la previa– y ponía sobre el césped de Chicago a los jugadores con menos minutos. Keylor, eso sí, repetía bajo los palos. En la defensa, Achraf y Theo ocupaban los laterales, mientras que Sergio Ramos y Nacho ejercían de centrales. El mediocampo era para Marcos Llorente, Kroos e Isco: corte, confección e imaginación. Arriba, cien por cien producto nacional: Lucas, Asensio y Borja Mayoral.

Enfrente un equipo de viejos rockeros al más puro estilo del All Star de la NBA: Villa, Kaká, Schweinsteiger, Giovinco… Jugadores que se marcharon a Estados Unidos a vivir el ocaso de sus gloriosas carreras. Diluviaba en Chicago en un partido en el que los yankis salieron a apretar muy arriba al Real Madrid. Osadía o suicidio. Se vería.

Raudo mandó Paunovic replegar a su equipo y entregar el balón al Real Madrid, que empezó a hacer un monólogo de los de Goyo Jiménez, pero al revés: los americanos eran los malos aquí. Asensio se erigió en el caudillo del ataque blanco. Marco donaldtrumpeaba con la pelota: la manejaba a su antojo y destituía rivales a quiebro limpio.

Manda el Madrid

Con todo se murió el primer cuarto de hora sin ocasiones claras. Un par de escaramuzas en cada área era lo único que el público que abarrotaba el Soldier Field pudo llevarse a la boca. Bueno, y alguna salchicha del carrito. Theo irrumpió en el partido con un par de galopadas con su zancada de percherón. Luego Isco asomó en el 19 para generar la primera ocasión clara del Real Madrid con un disparo de media distancia. Asensio también lo rondó en el 23, pero su disparo lo repelió Howard.

Al Real Madrid, en pleno asedio, se le encasquillaba el arma en el área. Theo y Achraf eran extremos y el área americana estaba plagada de camisetas blancas. Robaban arriba los de Zidane y el gol sólo era cuestión de tiempo… y de acierto. Como el que le faltó a Asensio en el 32 para batir a Howard en el mano a mano. El veterano gigantón adivinó la intención de la vaselina.

Acumulaba ocasiones el Real Madrid con igual ahínco que desacierto. Respondieron los americanos con una contra asistida por Kaká y definida por Villa que sacó Keylor con una mano soberbia. Tres ocasiones consecutivas de Ramos, Lucas y Toni Kroos devolvieron el dominio a los de Zidane y sólo otro susto de Giovinco al filo del descanso dio esperanzas al equipo de la MLS. El dominio del Madrid había sido incontestable: 18 tiros a puerta. Como su falta de puntería: ningún gol.

En la reanudación el Real Madrid hizo cambios pero no varió en su dominio absoluto del juego. Y de tanto dominar llegó el gol. Condujo Asensio, llevó la pelota hasta Ceballos, que se inventó un pase al desmarque de Borja Mayoral, que la puso por arriba para lograr el 1-0. Aleluya. Lo merecían de sobra los de Zidane, que había movido el banquillo en el descanso y terminó de moverlo en el 60. Entraban los pesos pesados.

Lluvia de ocasiones

Con el melón del gol abierto, ya sólo parecía cuestión de que el Real Madrid fuera sirviendo rodajas. No quiso catarlo Benzema después de una asistencia de Bale. Se enredó en amagos al portero y se quedó sin tirar. Ceballos campaba a sus anchas en la mediapunta y surtía de balones a todos sus compañeros.

Al filo del 70 llegaron dos ocasiones consecutivas de Bale. A la primera no llegó por poco a conectar la asistencia de Bale. A la segunda su disparo cruzado se estrelló contra el palo. Seguía perdonando el Real Madrid. Y mandando Ceballos en el juego, imponente como el escote de una stripper.

Estaba claro que al Madrid le estaba faltando puntería, pero mejor fallar en un amistoso que en la Supercopa ante el United. Pasaron los minutos y los de Zidane siguieron llamando a las puertas del segundo, que si no cayó no fue por falta de insistencia. Lo lograría, eso sí, Dwyer a la salida de un córner para firmar el definitivo empate de los norteamericanos.

Al final, los blancos pusieron en tablas el The End a su gira americana, aunque se llevaron el regusto de ganar una tanda de penaltis en la que el equipo no falló ninguno de sus cuatro intentos. A partir de ahora empieza lo bueno.