Deportes
Lo cuenta en una entrevista

El método de Adriano para volver a ser el ‘Emperador’: así se entrena para estar en forma

El mítico ex futbolista Adriano Leite ha decidido cambiar de vida. El brasileño, tras dejarse y ganar muchísimo peso, está entrenando con un preparador personal para volver a estar en forma

Llegué a pesar más de cien kilos", recuerda el brasileño, quien entrena intensamente durante los últimos meses para volver a sentirse bien consigo mismo

La nueva vida de Adriano: vende su mansión para vivir en un hotel de lujo y su novia lo aprovecha así

Adriano Leite vuelve a ser protagonista en la prensa brasileña. El ex futbolista, habitualmente rodeado de polémicas y fiestas, es noticia ahora por algo diferente. El carioca ha decidido cambiar de estilo de vida y dejar de lado los excesos para volver a sentirse bien consigo mismo. El Emperador quiere volver a ponerse en forma y para ello se entrena muy duro con un preparador personal.

«Llegué a pesar más de cien kilos», recuerda el brasileño en Player’s Tribune, contando que ahora entrena intensamente para volver a sentirse bien. Además, quiere que su cambio sirva a sus seguidores y va publicando fotos y vídeos de sus avances en las redes sociales, donde es bastante activo en ese sentido.


Un Adriano Leite que tiene un puesto Adidas, que utiliza su imagen como reclamo en Sudamérica para vender ropa del Flamengo y Sao Paulo. Además, ayuda a jóvenes a salir de la pobreza y la delincuencia. Un mundo difícil que el brasileño conoce de primera mano. Hace unos meses se sinceraba también sobre su complicada vida.

«¿Cómo puedes decir que Dios no me tocó? Mi historia, no tiene ningún sentido lógico, ni siquiera para mí. Me fui al Inter de Milán, y la gente me llamaba El Emperador. ¿Cómo puedes explicar eso? La mano de Dios, te lo digo. ¿Muerte de mi padre? Les diré que después de ese día, mi amor por el fútbol nunca volvió a ser el mismo. Me deprimí mucho, hombre. Empecé a beber mucho. Realmente no quería entrenar. No tuvo nada que ver con el Inter. Sólo quería ir a casa. A pesar de que marqué muchos goles en la Serie A durante esos pocos años, y aunque la afición realmente me amaba, mi alegría se había ido», contó.